Ante el actual momento de lucha DECLARACIÓN POLÍTICA DE "LIBERACIÓN" Desde los primeros paros en la construcción y el metal de Madrid de primeros de Diciembre, pasando por las "jornadas de lucha" de los día 11 y 12, hasta el actual momento de lucha que particularmente vive Madrid hay ya toda una serie de movilizaciones que han afectado, en mayor o menor intensidad, a la totalidad de regiones, pueblos y sectores del país. El metal y la construcción en Madrid, Banca, y Telefónica a nivel general, la minería y la siderurgia asturianas, Astano y Bazán en Galicia, Ubísa en Burgos, construcción y Nitratos de Castilla en. Vallad.olid, Megesa en Sevilla y los viticultores de la zona de Jerez, la Bazán en Murcia, el pueblo de Buñol y Coíntex en Valencia, Seat, FECSA y el puerto en Barcelona, Tudor en Zaragoza, el comercio en Granada, Renfe, Correos, el Metro... constituyen entre otros muchos, otros tantos ejemplos de movilización y combatividad obrera durante las últimas semanas. Todo ello, y el especial contexto político en el que se desenvuelve, obliga a intentar la reflexión, sin pretender dogmatizar, con la intención, en cambio, de aprender, de acumular experiencia, de contribuir, en definitiva, a fortalecer la conciencia, la organización y la lucha. 1) Sobre el carácter de las luchas Si se exceptúan determinadas luchas concretas -principalmente en la calle a propósito de la amnistía- o en fechas y lugares determinados el movimiento real no obedece, en general, a "llamamientos de organizaciones ilegales". La carestía de la vida en contraste con la congelación salarial, el paro, la defensa de plataformas reivindicativas en un primer momento, y, posteriormente, la solidaridad con los sancionados o despedidos y detenidos y la ausencia de cauces para la negociación han constituido los principales elementos directamente movilizaciones. Ello suscita ya una primera cuestión importante: la necesidad en estos momentos de pegarse a la realidad concreta para captar y responder a las formas concretas en que el obrero común siente la explotación capitalista. La continua reducción del poder adquisitivo del salario por las constantes subidas de precio, la limitación salarial que bloquea la negociación, la política económica del ministerio de Hacienda que acusa a los salarios de la inflación poniéndose del lado del gran capital, la patronal que cierra sus fábricas porque la ley que ellos han hecho lo autoriza, la policía desalojando las fábricas o provocando en la calle, la falta, en definitiva de cauces para expresar las aspiraciones y el protagonismo de la clase obrera constituyen hoy las realidades inmediatas ante las que la clase obrera está respondiendo, contra las que ha demostrado su voluntad de lucha y de las que es necesario partir. Plantear de entrada otras consignas "más avanzadas" conduce a, o es fruto de la incapacidad para incidir en el movimiento real. Las luchas, sin embargo, aún por motivos exclusivamente salariales -económicos- tienen siempre un contenido político porque solo a partir de ellas y mediante ellas puede perfilarse y definirse la alternativa socialista en la conciencia de la clase obrera y lograrse la capacitación política y la organización de los trabajadores en función de ella. Nadie tiene derecho a recortar a voluntad los objetivos de la lucha o a ocultar sus implicaciones profunda y sus potencialidades en función de tal o cual táctica política del momento. Partir, pues, de las realidades inmediatas porque como tales constituyen hoy el nivel de conciencia pero vincularlas a otros niveles encaminándolas a suscitar en la clase obrera la conciencia de sus intereses como antagónicos con los intereses del capital, es hoy una de las tareas a promover desde dentro y en medio de las mismas luchas. 2) El marco político y las contradicciones De una forma especial e1 Gobierno está sometido a una prueba de fuerza de la que, no obstante, pretende sacar partido. La represión ha adoptado nuevas formas (represión social y descrédito de los huelguistas ante la opinión pública), utilización frecuente de gases lacrimógenos y balas de goma, los detenidos, sin embargo, han sido menos y el trato en comisaría distinto. Se dialoga con el metro pero se militariza a Correos y quizás a la Renfe. Los sindicatos han sido "flexibles" y oportunistas (convocando, por ejemplo, a la huelga) pero se retraen después o reprimen los intentos para ampliar la representatividad. Se ha pretendido, en suma, conjugar la "tranquilidad" que necesitan para sus reformas con la imagen liberal que necesitan mantener y con la demostración ante el bunker de que los actuales cauces resultan insuficientes. Sin embargo ello no ha podido ocultar el carácter de clase de la actual reforma política, cuestión que no deber ser olvidada por la clase obrera para no caer en peligrosas "ilusiones democráticas" que confundan o desvíen su conciencia y su voluntad de lucha por sus intereses estratégicos que no limitan a la democra- cia parlamentaria. Por otra parte, el hecho de que los motivos para la movilización se asienten en las actuales condiciones objetivas y sus consecuencias para la clase, no quiere decir que sobre el movimiento no hayan pesado la proyección y hasta la utilización por parte de unas u otras líneas políticas partidistas. Ello ocurre siempre y es consecuencia de la correlación de fuerzas contra la que no cabe el pataleo moralista. Pretender capitalizar el movimiento coordinado por el vértice, para forzar a ser reconocidos por la burguesía cono interlocutores válidos a nivel sindical es fundamentalmente cuestión de aparato y es algo que ha ocurrido y particularmente ocurre ahora en Madrid por parte de quien cuenta con él y tienen una mayor incidencia en la lucha. Ello ha llevado en ocasiones a desaprovechar oportunidades de crecimiento ideológico y político del movimiento. Las asambleas que han sido una conquista importante a nivel general nos han sido, en ocasiones, una forma de expresión de la clase o momentos de desarrollo de la democracia obrera que es 1o que las convierte en un instrumento eficaz de lucha, por haber sido mediatizadas desde consignas tácticas ajenas a la propia dinámica. Los intentos por coordinar desde la Asamblea mediante delegados de fábrica han topado, a veces, con la coordinación burocrática o sólo parte representativa de la base en lucha. Ello no indica otra cosa que la debilidad todavía de la organización autónoma y de los organismos unitarios de clase en su seno. Trabajar por extenderlos y fortalecerlos con carácter estable y permanente es otra tarea importante en el actual proceso de lucha que exige la confluencia de cuantos planteamientos se sitúan en esa perspectiva. 3) Una perspectiva hacia delante.- Es necesario más que nunca la unidad de acción entre todas las fuerzas que intervienen en la lucha. Para facilitarla debe promoverse el protagonismo de las formas organizativas de base y la coordinación desde ellas, al mismo tiempo que se trabaja por el esclarecimiento y la unificación de los objetivos. En el momento en que la consigna empieza a ser de repliegue y la represión aumenta, que- dan aún importantes objetivos: Ni un solo sancionado, ni un solo despedido, ni un solo expediente, ni un solo detenido. Quienes en un momento han pretendido dar a entender su capacidad para la movilización no pueden ahora desentenderse de esas cuestiones, llevados del deseo de demostrar también su capacidad para hacer retroceder el movimiento. Ello puede exigir la extensión de la lucha e incluso la radicalización de los procedimientos pero está en juego la superación del escepticismo ante la victoria a que la clase obrera ha estado sometida durante años. Es necesario ganar, pero ganar con dignidad, por encima de las consideraciones "políticas", para dejar el camino abierto hacia adelante. Es esto lo verdaderamente político, el crecimiento de la preparación para la lucha, la so- lidaridad organizada y practicada con fuerza, la organización con carácter permanente, la con- ciencia de la necesidad de seguir avanzando en un camino que es largo pero esperanzadora para la clase obrera: El camino hacia su emancipación total y definitiva. "Liberación" ofrece su apoyo y su solidaridad a todos los militantes obreros, a toda la clase obrera en lucha y expresa su disposición a promover y defender la unidad de acción en torno a los objetivos presentes en la lucha: - Ruptura de los topes salariales. -Aumentos iguales y generalizados para todos. -Ni un solo sancionado, ni un solo despedido, ni un solo detenido. - Trabajo para todos. -Libertad de huelga, reunión, asamblea obrera. -Libertad para la organización de la clase.