TEORIA Y PRACTICA LA LUCHA DE CLASES ANALIZADA POR SUS PROTAGONISTAS Nº 6 ABRIL 1977 100PTAS. DEBATE: MUJERES EN LUCHA POR SU LIBERACIÓN ALMERÍA: "El que quiera peces que se moje el culo" VALENCIA: Ford: lucha contra una multinacional EUSKADI: Tarabusi: el aislamiento de una lucha obrera autónoma MATERIALES PARA DEBATE: El "desierto cultural" soviético TEORIA Y PRACTICA LA LUCHA DE CLASES ANALIZADA POR SUS PROTAGONISTAS Nº6 ABRIL 1977 SUMARIO.........................................................Pág. POLÍTICA: La amnistía y los presos "comunes"......................4 CONFLICTIVIDAD: La paciencia combativa del campesinado............7 ECONOMÍA: Un nuevo "puñao" de medidas: dispersión y tururú.......11 INTERNACIONAL: Las ambigüedades del eurocomunismo................14 DEBATE: Mujeres en lucha por su liberación.......................17 VALENCIA: Ford: lucha contra una multinacional...................34 Bétera: hacia una nueva psiquiatría..............................41 TRIBUNA LIBRE: ¡Escucha!.........................................48 ALMERlA: "El que quiera peces que se moje el culo" ..............50 MALAGA: Los braceros de Archidona: una lucha difícil.............60 VIZCAYA: Tarabusi: el aislamiento de una lucha obrera autónoma...69 BARCE LONA: Roca: experiencias de una lucha......................78 MATERIALES PARA DEBATE: El "desierto cultural" soviético.........87 TEORÍA Y PRACTICA es una revista mensual editada por EDE (Equipos de Estudio Reunidos, S. A.), sociedad presidida por Ignacio Fernández de Castro, cuyo consejero delegado es Concepción de Elejabeitia. La redacción, administración y domicilio social se encuentran en Santa Teresa, 6, Madrid-4. Teléfono 419 06 52. La dirección periodística la asegura Ángel S. Harguindey, junto con Antonio Caro Almela, Manuel Irusta Cerro y José Ramón Vázquez. Los servicios de sistematización de la información los realizan Mercedes López Sáez, Dolores Díaz de la Orden, Fernando Izard y Manuel González. La investigación, análisis y redacción está a cargo de un amplio y abierto conjunto de Equipos de Estudio, cuya coordinación realizan, además de los anteriormente citados, en Madrid: Juan Cuesta, Carmen de Elejabeitia, Lina Díaz, Inés Escabía, Miguel Fonda, Paloma Fraguas, Natalia García Pardo, Salvador Martínez, Amadeo Megías, Pablo Navarro, José Prieto, Margarita Remírez de Esparza, Francisco Teral y Germán Trasalva; en Barcelona: Salvador Aguílar, Antonio Aponte, Carlos Trías, Amparo Tuñón, J. M. Vidal Villa, Pedro Talavera y Joaquín Jordá; en Valencia: Xavier Rambla, Jaime Millas y Jesús Sanz; y en Pamplona: Pachi Tuñón, Antonio Garcio y Antonio Tabuenca. Asesoran la administración, contabilidad y financiación Andrés Gala y Carlos Armisén. TEORIA Y PRACTICA Precio Ejemplar: 100 ptas. Suscripción ordinaria (1 año): 1.000 ptas. Suscripción especial accionistas (1 año): 800 ptas. Suscrición extranjero: 1.500 ptas. Imprime: FEMUSAL. Esteban Terradas, s/n. 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Un grupo de trabajadores de Tarabusi, reunidos con un miembro de EDE, analizan su experiencia. -Vamos a ver, ¿hacemos una pequeña historia de Tarabusi a grandes trazos...? -Me parece importante destacar cómo un taller que nace de un italiano que viene aquí con el pistón Volvo, cómo un taller que tenía dos máquinas en Recalde, se traslada con cuatro o cinco máquinas más al cine Olimpia, se traslada después a Zorrozaurre, empieza a montar más maquinillas, y actualmente tiene mil trescientos trabajadores en dos factorías, una en Zorrozaurre y otra en Yurre... Esto da una idea del tipo de acumulación en que se ha basado la expansión de la empresa. -En Yurre hay algo menos de mil trabajadores y en Zorrozaurre no llegan a los cuatrocientos. Yurre está en una zona de reciente industrialización, mientras que Zorrozaurre está en una zona fuertemente industrializada. -En cuanto a la organización interna de los trabajadores, hay que destacar que la Comisión Obrera que ha habido en Tarabusi, no ha sido la CO tradicional, dependiente del organismo con el cual está coordinada, que tiene una serie de injerencias políticas, etc. Dentro de la CO de Tarabusi había un planteamiento muy unitario... estábamos todos de acuerdo en que había que llevar un proceso unitario partiendo del nivel de la gente, y que fuera elevándolo. -En la huelga de mayo del año pasado, se comienzan a ver dos líneas claras: la línea conciliadora de los jurados de empresa y la línea independiente de los trabajadores. Empezamos a elegir delegados en todos los departamentos, y así se forma una organización interna de fábrica que se preocupa de ir estudiando los problemas. La existencia de dos planteamientos hacía más necesaria una organización que pudiera coordinar todos los esfuerzos. -Los jurados y enlaces intentaron hacer avanzar a la gente en Tarabusi, pero de una manera que yo creo que termina en una pared: "vamos a ver la legalidad hasta dónde nos lleva, vamos a plantear una huelga legal, y si todo eso nos sale, vamos a plantear un convenio un poco burro a ver qué dice la empresa, y si entonces se cierra en banda a la idea del convenio, podremos plantear una huelga ilegal..." Un proceso muy por etapas... -Y muy largo... -Con el que muchos de los trabajadores no estábamos de acuerdo. En aquel momento la mayoría de la gente aceptó aquel proceso, le ofrecía mayor seguridad. Salió la huelga con una unidad muy fuerte, que ha sido para el proceso posterior una experiencia maja: era la primera huelga en la que después de 23 días entrábamos todos, sin despedidos. -Después de la huelga de mayo a la gente se le quitó el miedo de salir del puesto de trabajo, se hacen asambleas en las que ya se empiezan a discutir problemas como el de la amnistía... se empezó a entender que la coordinación con otras fábricas tenía sentido. Si la Coordinadora de Fábricas de Vizcaya tomaba un acuerdo. Tarabusi se vinculaba a él. Los obreros de Zorrozaurre estaban representados en la Coordinadora de Fábricas. -La estructura de la organización interna era: Asamblea, delegados departamentales y, de éstos, nueve delegados para la comisión negociadora del convenio de empresa. En la huelga de mayo se reivindicó precisamente esta modalidad de convenio de empresa. -Habrán estado funcionando de 35 a 40 delegados. -El problema de Tarabusi era que estábamos tras un planteamiento de base, y que el levantamiento de cabeza estaba siendo de todos los trabajadores. Estábamos llevando una elevación de conciencia a nivel general. Este ha sido un punto importante que ha influido en la actitud de dureza de la empresa. La situación general de Vizcaya y la Coordinadora de Fábricas -El 13 y el 14 de septiembre fue la huelga general por la muerte del chico de Fuenterrabía, y el 27 la huelga por la amnistía. -La huelga por la amnistía costó bastante, la gente pedía que se aclarase la motivación de la huelga. El día 4 de noviembre paramos dos horas en solidaridad con la construcción. Se discuta: la convocatoria de la COS de parar el día 12. Se acordó parar, esto en Zorrozaurre, y se llevó este acuerdo a la Coordinadora de Fábricas de Vizcaya. Desde allí se lanzó un manifiesto que la factoría de Yurre asumió. -A la Coordinadora de Fábricas van tres o cuatro delegados elegidos en asamblea general. Se eligen entre los delegados departamentales. Los delegados, como he dicho antes, iban sólo por Zorrozaurre. -La Coordinadora de Fábricas nació a raíz de los paros por la muerte de Zabala en Fuenterrabía, y agrupaba a 200 ó 300 fábricas con mucha fuerza. Muchos de los delegados eran gente de prestigio, eran precisamente líderes de las organizaciones sindicales. Cuando estos vieron que la Coordinadora era un órgano que podía convertirse en órgano de representación obrera unitaria y con mucha fuerza, pensaron: esto puede ser el ocaso de las organizaciones sindicales, no nos interesa, no vamos a dejar que la Coordinadora progrese. La Coordinadora fue decayendo hasta el punto que hoy día tiene solamente unas 20 fábricas, la mayoría pequeñas. Esto fue debido a que la COS la abandonó, diciendo que sólo servía para determinados momentos de lucha. El 4 de noviembre la Coordinadora sólo pudo convocar a dos horas de paro en solidaridad con la construcción, por la poca fuerza que ya tenía. La COS boicoteó este paro, diciendo que ellos estaban planeando el del día 12. -El 12, las organizaciones sindicales, y las políticas que sostienen a éstas, hacen asamblea en la fábrica, asambleas algunas de ellas de diez minutos, y todos a casa. Eso de que los trabajadores se junten en concentraciones para discutir sus problemas, dicen que es "ir a buscar muertos". El paro es de los más tristes, no se sabía si era un día de potes, de luto o de qué. La gente había parado y se iba a casa. La Coordinadora asume el paro con la poca fuerza que le queda. El resto de las fuerzas no está por la Coordinadora ni por el forro. -Cuando la Coordinadora tenía fuerza, se comenzó a plantear el problema de fondo, que era el movimiento de las fábricas con delegados representativos, que realmente crearan un movimiento unitario de todos los trabajadores, que asumiera la política global, total, que la clase trabajadora tiene. Determinadas centrales sindicales planteaban que el problema era la relación entre Coordinadora y centrales sindicales, no el que la Coordinadora asumiera una autonomía real. El primer despido y la huelga -El 16 de noviembre, a las diez de la noche dieron la carta de despido a Sánchez. A la mañana siguiente se para en las dos plantas. -El motivo del despido fue desobediencia y abandono del puesto de trabajo para asistir a una asamblea "ilegal" el 12. El problema de fondo fue el intento de la empresa de descabezar la organización que teníamos en la fábrica los delegados, la comisión negociadora, de la que formaba parte Sánchez. Justamente el día 17 se iba a presentar el anteproyecto de convenio a la empresa. El trasfondo del asunto era descabezar el movimiento que se estaba desarrollando en la fábrica. -El mismo 17 se pide la readmisión como condición para volver al trabajo. No hubo ninguna contestación concreta por parte de la dirección. A los dos días se le hicieron tres propuestas a la dirección: readmisión, cambio de la sanción por una menor, o documento por el cual la empresa se comprometiese a la readmisión en caso de sentencia favorable para el despido en magistratura. Dijeron que no, que nos olvidáramos de Sánchez. -Ante la postura de huelga total, la empresa responde con una sanción de dos días, después otra de dos días también, y una tercera de una semana. -En Tarabusi se sale a la lucha en defensa del puesto de trabajo, no por una motivación económica, e incluso sabiendo que se iba a perder dinero en una huelga larga. La empresa propone que aceptemos el despido y que pasemos a negociar el convenio. Nosotros decimos: "bien, negociamos el convenio, pero si se acepta su primer punto: amnistía laboral. Entonces nos pondremos a trabajar". -En una asamblea conjunta de las dos plantas en Zorrozaurre, decidimos continuar la huelga. Eso fue el 22 de noviembre. La asamblea acordó retirar también los servicios de mantenimiento. La empresa se las apañó con los jefes, y acudió a un electricista que no había ido a la asamblea y al que le amenazaron con que, si no acudía a trabajar en el mantenimiento, podía ir la guardia civil a llevarlo. -El 29, viendo que la empresa llevaba la ofensiva, y que había que tomar la iniciativa, decidimos ocupar la fábrica en caso de que nos despidieran a todos. Aparece un anuncio de la empresa diciendo que estábamos todos despedidos. Estamos hasta las diez, que llegan los antidisturbios, unos cien, y nos obligan a salir a los doscientos que estábamos en Zorrozaurre. La dimensión general de la lucha y la actitud de la COS -Habría que señalar el carácter de la última lucha: hemos estado luchando contra toda la patronal, porque las medidas económicas, la derogación del artículo 35, no las han puesto por lujo ni para poner en un cuadro, sino como un instrumento serio para utilizarlo; era algo que afectaba a toda la clase obrera. -A raíz de los despidos del día 12, había en aquel momento cerca de 60 despedidos, pero la Coordinadora de Fábricas no tenía fuerza de movilización. Las organizaciones sindicales más implantadas no decían ni alubia. El 12 se movilizan contra las medidas económicas, pero cuando se comienzan a manifestar algunas de las consecuencias de estas medidas, los despidos, las centrales sindicales de la COS no mueven un dedo. -La COS convocó al paro contra unas medidas que a todos los obreros perjudicaban, de manera que todos los obreros, organizados o independientes, lo iban a apoyar, porque la clase obrera realmente necesitaba protestar contra las medidas. La COS convocó este paro porque, aprovechando que iba a parar mucha gente, daba así una muestra de su poder como fuerza sindical. Realmente, toda la gente no atendió a la llamada de la COS, sino a los objetivos del paro. -Los que convocaron a la jornada del 12 no se responsabilizaron de la represión consecuencia de esa jornada. Controlan la situación de cara a su objetivo que es el día 15, el referéndum. Los palos los hemos tenido que encajar o esquivar con nuestras propias fuerzas. -Las organizaciones sindicales debían haber asumido no sólo la lucha de Tarabusi, sino también el problema general que esta lucha planteaba y que ahora estamos viendo: el problema de Aurrera, con 190 despedidos, y de tres o cuatro fábricas más que están con expedientes de crisis... -Es curioso que en estos últimos meses, en empresas como Altos Hornos, Naval, donde el reformismo tiene un control bastante fuerte, no sólo no ha habido despedidos, sino que han sido readmitidos hombres representativos anteriormente represaliados. Sin embargo, aquí nos pegan una leche que nos machacan. Esto no es casualidad. -Una vez nos damos cuenta de que la cuestión es que toda la clase obrera asuma la problemática de los despidos, empezamos a sacar la lucha a la calle, a hacer manifestaciones en los pueblos, en Baracaldo, en Santurce, en Basauri, en Bilbao. La gente empieza a reaccionar y a sumarse a todas estas manifestaciones. Pero se nota la falta de organización. Esto es lo que nos hace llamar a las centrales sindicales, tratando de obligarles a que den la cara, a que den una respuesta. -Siguiendo con la huelga, empezamos a organizar la propaganda y la recogida de dinero. Se plantea la posible ayuda de las organizaciones sindicales. Nosotros planteamos que, si estas organizaciones defienden los intereses obreros, deben venir a ofrecernos ayuda, no ir nosotros a pedírsela. Los esquiroles -Nos encontramos otro problema, que es el de los esquiroles. Hicimos piquetes masivos a las puertas de las fábricas, pero como la policía no nos dejaba estar allí, fuimos a los barrios, a las paradas de los autobuses, a los trenes, a por los esquiroles. Al principio por las buenas, hasta que empieza a haber hostias. Creo que al principio teníamos que haber sido más duros. Cuando empezamos a hacer los piquetes ya había trescientos trabajando. El esquirolaje se dio aproximadamente en la misma proporción en las dos plantas y en talleres y oficinas. De ellos, había 217 entre jefes, encargados y jefes de equipo. -Ante esto, los trabajadores tenemos que utilizar un arma, tenemos que defendernos. Si no vale el arma de la persuasión, que se ha utilizado de sobra en Tarabusi, tendrá que valer el arma del palo. El piquete nace por esto. El piquete en todo momento ha tratado de ser persuasivo y solamente cuando no ha habido más remedio ha habido leches. -Yo creo que lo más negativo de los piquetes ha sido que se hicieron cuando la gente ya sabía que podía entrar cuando le diese la gana. Se hicieron demasiado tarde. -Antes de los juicios en magistratura, se escriben cartas a todos los Ministerios, a Suárez y a su Majestad también. Estos contestan que son conocedores del problema y que por no ser de su competencia lo pasan al Ministerio de Trabajo, éste lo pasa al delegado de trabajo, y el delegado nos dice que no puede hacer nada, que hay unas leyes que favorecen a la empresa y que nuestra única solución es que Tarabusi ceda, que nos readmita, que sean buenos chicos; que lo único que pueden hacer es convocar una reunión con la empresa. Después de tres horas que estuvieron reunidos la empresa, el gobernador, el delegado de trabajo y el de Sindicatos, surge la propuesta de elegir cuatro miembros por parte de los obreros, cuatro representantes con plenos poderes ejecutivos. De la dirección vendrían otros cuatro. Cuando los obreros están en Sindicatos esperando a los patronos, éstos aparecen, y a la vista de los obreros dicen que tres de ellos no son buenos para negociar, que ellos no hablan con despedidos. Pretenden marcharse, salen en fila india, y Olarra, el presidente del Consejo Provincial de Empresarios, quizá por evitar un escándalo mayor, los convence para que se queden, pero se quedan en .una habitación aparte de donde están los obreros. Olarra, de paloma mensajera entre unos y otros. -En los juicios, para la mayoría de la plantilla se desestima la demanda porque no ha habido despido, sino baja voluntaria. Para los veintidós despedidos se desestima también porque la demanda no se ha presentado en el tiempo reglamentario, ya que nos habían despedido el 29 de noviembre y no cuando nosotros creíamos, que fue cuando recibimos la carta de despido. A tomar por saco todos. Las cartas venían con fecha 8, 9 y 10 de diciembre en el matasellos. Nadie esperaba que el despido fuera eficaz por el anuncio del 29, ya que después, en negociaciones posteriores, pero antes de recibir las cartas, la empresa decía que no había despidos. Nos confiamos y caímos en la trampa. El juicio es el 20 de enero. El 19 se hace una manifestación en Bilbao, a la cual las centrales sí llaman. La asamblea de Tarabusi había convocado a los trabajadores de Vizcaya, en fechas anteriores, a un para el 20. LAB, CNT y Comités Abertzales, apoyan este paro, pero COS dice que ella no puede exponer a sus militantes ni siquiera a repartir hojas de la asamblea de Tarabusi llamando al paro. Lo boicotean en las fábricas. La asamblea de Tarabusi va perdiendo confianza en sí misma. Se encuentra aislada, ni dios apoya... se trata de agotar las fuerzas en un llamamiento general a toda Vizcaya para el 8 de febrero. En este paro, la COS sólo convoca asambleas, y sus militantes "asisten" a ella. Entonces negociamos con la empresa, que propone tela y la gente a la calle. La asamblea se niega. Los trabajadores proponemos un arbitraje imparcial, que la empresa tampoco acepta, y ésta lanza un ultimátum para entrar a trabajar. Es el día 9 de febrero. La asamblea está muy débil, fundamentalmente por el aislamiento, por el agotamiento que supone luchar en una sociedad capitalista con su sistema de letras y de consumo. Aunque la caja ayude para comer, no ayuda para las miles de necesidades creadas que existen, y por otro lado está el problema del esquirolaje y del goteo de gente que está cansada y no puede aguantar más. El 11 se discute en asamblea la última propuesta de la empresa y allí se decide mayoritariamente entrar a trabajar el 14, con 16 despedidos definitivos, tres personas con una sanción de ocho días, tres con una de seis meses, y dos con una de nueve. La empresa, una vez que hemos entrado a trabajar, rescindió el contrato a un trabajador que no era fijo y amenazó a otro con el despido aplicándole al final una sanción de dos días. EDE.—Parece que en los momentos actuales hay una correlación de fuerzas en la que luchas como las de Roca y Tarabusi, autónomas, independientes de las centrales sindicales, y duras, van a tener que enfrentarse con unas dificultades muy fuertes. ¿Qué pensáis vosotros sobre las posibilidades y el papel de estas luchas en la etapa actual? -Hoy por hoy, si el movimiento de las centrales sigue pactando en una sociedad que todavía no tiene regulación de huelga, con unas leyes que dejan al obrero totalmente desamparado, desde luego, no creo que se puede pactar, ni con el gobierno, ni con la patronal, ni con nadie. Primero hay que conseguir unas legalizaciones, tratar de conseguir unas metas mínimas, y después es cuando se puede llegar a un pacto que realmente, aunque no es interesante para el trabajador, no habrá más remedio que aceptar de momento, a no ser que se llegue a un proceso totalmente revolucionario. -Yo estoy en desacuerdo con esto. Aunque éste pueda plantear una serie de cosas que pueden ser ciertas inmediatamente, yo pienso que el proceso que ha llevado Tarabusi y Roca, creo que es el proceso que realmente parte de los mismos trabajadores, y la línea por la que hay que funcionar. Porque, por lo menos, sí sabemos una cosa, y es que no tendremos que dar marcha atrás. Nos podrán dar en la cabeza, pero vamos por el camino. No tendremos que empezar a caminar vendiéndonos a unos hombres que ya están vendidos a un pacto burgués, creo que el camino tiene que ser recto. ¿Que el proceso sindical puede ser irreversible, incluso en Euskadi? ¿Que la gente tiene que pasar por la experiencia sindical para darse cuenta de que no le vale para nada? pues igual es verdad. Pero yo pienso que habrá muchos trabajadores que se darán cuenta de que la línea de trabajo va por otro lado. Los trabajadores necesitan un proceso que englobe todos los aspectos de la política de los obreros, que es economía, que es barrio, que es escuela, y esto sólo lo puede garantizar un proceso asambleario, no sindical. -¿Hasta qué punto las centrales sindicales y la burguesía es una cosa y los obreros otra? Quiero decir: las centrales con la burguesía, contra los obreros en una línea independiente. Un alto dirigente de las centrales sindicales dijo: "si hubiéramos estado en Tarabusi, no hubiera pasado eso, no hubiera habido despidos". Pero esto porque las centrales no se hubieran opuesto a la línea de la empresa. Como en Tarabusi eso no ha pasado, la lucha es inevitable, porque la represión nos cae encima. Entonces, ¿de qué parte están las centrales sindicales? Supeditadas a las directrices que les manda la burguesía. Hay dos campos: obreros y burguesía. ¿En cuál de los dos están las centrales, en lo más concreto que estamos viendo, en el palo que estamos recibiendo? Están en el campo supeditado a la burguesía. En estos momentos, los convenios se están firmando sin la mínima movilización. Ellos alegan que no hay condiciones. Otros años había menos condiciones, pero había movilizaciones. Este año, los convenios se están firmando, simplemente, aceptando lo que la patronal ofrece... La actuación de las centrales -Un punto que no hemos tocado en ningún momento -y es una valoración muy personal- es el significado desde un determinado punto de vista de la actuación de las centrales sindicales de la COS. Estas centrales no sólo tienen una actitud de aislar las luchas que no controlan, sino que además, no plantean su propia lucha desde la realidad de Euskadi. Aquí puede haber gente de cualquier sitio, pero en la misma base se comienza a sentir el problema. Y la gente de aquí está un poco hasta las pelotas de acudir a llamamientos y movilizaciones de gente a la que los problemas de aquí les importan un huevo. -Se está empleando la combatividad de Euskadi para unos llamamientos de unos organismos cuya fijación no está en Euskadi, sino que está centralizada en Madrid, y Euskadi es para ellos una cosa de tantas, Euskadi es únicamente un brazo poderoso, no un objetivo a conseguir. La gente aquí dice: "¡Cagüendiez!, nosotros no hacemos más que salir por cuestiones generales, y nos vienen a llamar a nosotros, y saliendo nosotros, y otra vez tenemos que parar nosotros." Euskadi es eso, el huelguista, el que consigue cosas, para Euskadi no se consiguen, el chico malo de cara al exterior, joder, aquéllos que sólo buscan jaleos. -Euskadi es un slogan que hay que poner, que queda bien, partido no sé qué de... Euskadi... -La patronal había luchado ante el gobierno y ante todos los organismos oficiales para que se derogase el art. 35. Cuando lo consigue, Roca y Tarabusi salen a la lucha. Entonces, toda la patronal les hace frente, hemos tenido que hacer frente a toda la patronal... -Respecto a la lucha de Roca y a la nuestra, creo que han sido terriblemente paralelas. En cuanto al proceso de organización interno, la asamblea como órgano fundamental, proceso de delegados de asamblea. Fábrica enclavada en un sector que de alguna manera no había estado asumiendo el proceso que en Cataluña se estaba llevando, que era un poco como virgen que nació en ese proceso. Quizá la línea de actuación haya sido en Roca más dura, más violenta, quizá porque hayan tenido muchos más palos que nosotros. Y que se han encontrado tan aislados como nosotros, que tampoco es casual... y que el final del asunto ha sido exactamente igual que el nuestro... palo en la cabeza. -Yo diría que, por un lado, el funcionamiento que están teniendo las centrales sindicales, creo que tristemente, responde a un planteamiento político que no va a llevar a que, de alguna manera, el pueblo y los trabajadores vayan asumiendo el socialismo que de alguna manera es la base. Creo que los caminos que ellos marcan no son caminos de socialismo, sino son caminos, no sé... de esclavitud feliz o algo así. Y por otra parte las experiencias como la de nuestra lucha es que sí, te queda al final la duda de a ver si estamos siendo de alguna manera quijotes en un momento en que este camino se está cerrando y van a machacar, y entonces hay que plantear otra estrategia, porque, si no, esto puede ir abocando a grandes machaques... Puede ser una cosa que esté en el aire; yo pienso que no, yo pienso que el método y la forma es válida, lo que pasa es que hay que trabajar. Y para eso hace falta que toda la gente que de alguna manera tiene este planteamiento ligeramente claro, y digo ligeramente porque yo tampoco lo tengo claro, vayamos unificándonos, vayamos saliendo de las fábricas, que hay que unir con el barrio, con la cultura, con el descanso, es un trabajo de educación que está sin hacer y que hay que hacerlo, para que la gente vaya asumiendo todo el proceso de su vida... -Yo desde luego pienso como tú y diría más: aún suponiendo que el método no fuese válido, desde luego para mí el que sí que no es válido es el que emplean las centrales sindicales.