Desde la asamblea de octubre hasta ahora han pasado más de dos meses, muy ricos en hechos. Es necesario ya establecer un balance. 1º. Las recomendaciones hechas por la inmensa mayoría de la asamblea a los burócratas del PC para que disolvieran los organismos de CO que no respondían a una realidad, ha sido desatendida. El PC ha optado ya de una manera clara, por una línea claramente reformista en CO, y se ha ido desligando del resto de trabajadores. En Sanidad y Artes Gráficas ha intentado montar, aunque sin éxito por el momento, grupos al margen de los existentes. Por otra parte, ha resucitado la línea asambleísta, a escala de Cataluña, para la discusión de la ley sindical. En la última asamblea, a la que acudieron de 150 a 200 personas, se desarrolló en plan de "mitin", con aplausos, gritos y fuerte tensión emocional. Se dijeron cosas tan graves como que "los trabajadores no luchamos por un socialismo, ni por una república, sino por una democracia". Se declararon de acuerdo con los informes de la OIT y de los obispos sobre la Ley sindical, y se recogieron hojas para la recogida de firmas, dirigidas "respetuosamente" a las autoridades franquistas, "suplicándoles" (textualmente) que hicieran caso a los obispos y a la OIT. Se anunció para fecha próxima una jornada nacional sobre la ley sindical. 2º. Mientras las fuerzas organizadas del reformismo, marcan cada vez más claramente una línea integradora, los grupos "izquierdistas" no proponen ninguna salida coherente. Los CHO lanzaron minutos antes de la asamblea, en sus mismas puertas, una hoja cargándose a las CO, llamando para organizarse de cara a la Huelga General revolucionaria. Dos trostkistas que asistieron a la asamblea distribuyeron una hojita solidarizándose con ella y diciendo a CO lo que debían hacer, en los términos ya conocidos. Los PCI, desde su fracasado llamamiento a la manifestación en solidaridad con Erandio, no han vuelto a manifestarse. Su abandono de las COR y sus luchas internas, demuestran su perplejidad en cuanto a su actuación en los movimientos de masas. 3º. Es evidente, que la única posibilidad de dar una alternativa a los trabajadores, y de rehabilitar a CO como organización de clase, se encuentra en las diversas plataformas que se manifestaron en la asamblea de octubre, y a las que luego se han creado. 4º. Analicemos nuestra actuación y nuestras posibilidades. - La plataforma de San Adrián ha ido poco a poco desintegrándose y reduciendo sus efectivos. - La de Sanidad se plantea una reestructuración, pues en su tiempo de funcionamiento no han desarrollado ni en las empresas ni en sus efectivos, sintiéndose además muy al margen del movimiento obrero. - Artes Gráficas se plantea su disolución, debido a la inoperancia de sus reuniones, a causa de la nula militancia de buena parte de sus miembros. - Se está creando una plataforma en San Andrés, para agrupar a las empresas metalúrgicas del sector, a partir de las tres más grandes (Pegaso, MTM, Enmasa). - Se ha creado una plataforma en el Bajo Llobregat. - El sector sur parece haberse desarrollado un poco. - Las demás plataformas continúan muy estacionarias (Banca, P-N, Textil). -- La coordinación, que sólo ha funcionado una vez, dejó establecida una forma ocasional de contacto, para cuando fuera necesario; recomendó el nombramiento de un responsable de la propaganda y la creación de un buzón o depósito para cada plataforma. Asimismo, nombró una comisión redactora de un boletín, formada por 7 miembros. De estos 7, sólo 3 colaboraron en la redacción del primer número, y sólo 2 se presentaron a la discusión y preparación del 2º. La distribución del nº 1 tuvo que hacerse en la mayoría de los casos a domicilio. Algunas personas (en San Adrián) tuvieron que ser obligados por el resto de la plataforma para que recogieran y distribuyeran Nuestra Clase. Sólo una plataforma los ha pagado. En estas condiciones, es impensable creer que podrá salir el nº 2. -- No hay organizado, en CO, un aparato para la confección de propaganda. Las soluciones provisionales que han funcionado hasta ahora están demasiado al descubierto para que puedan seguir utilizándose. 5º. El asunto de la manifestación fantasma. De la plataforma de P.N. salió la iniciativa y se avisó, por cauces privados, a otras plataformas y barrios, algunas de las cuales se negaron, por considerar que había problemas más urgentes. Otras plataformas se enteraron indirectamente, sin ser invitadas a participar, y algún barrio fue invitado a tirar hojas ya hechas y no discutidas. ¿Por qué no se convocó la coordinadora? En las circunstancias actuales, la forma en la que se ha actuado tiende, necesariamente, a desarrollar las suspicacias y desconfianzas ya existentes, sobre todo habiendo una coordinación establecida para estos casos. Por otra parte, se plantea la cuestión de la oportunidad de tal manifestación. La preparación inicial, su fracaso y posterior repetición ha consumido un tiempo considerable de las energías de varias plataformas. Además: ¿Es conveniente meterse en el camino de las fantasmas, que tan mal resultado dio a las COJ el año pasado? ¿Se considera una respuesta digna de la clase obrera la manifestación de unas pocas decenas de personas a las 5 semanas de ocurridos los hechos? ¿Podemos volver a caer en el activismo de querer dar respuesta a todo lo que ocurra en España, cuando somos incapaces de organizar a los trabajadores de nuestra empresa? Una acción de este tipo, que por sus consecuencias puede repercutir en la marcha de todas las CO, ¿puede ser decidida por una plataforma, pidiendo a título individual ayuda a otros militantes? 6º. La cuestión de los barrios. Está originándose un cierto renacimiento de las C. de B. Algunas surgen de una manera bastante natural, es decir, formadas por gente del barrio, pero otras surgen por la voluntad de determinados grupos políticos. El papel que pueden jugar las CB, aunque inferior al de las C. de E., no es despreciable. Sin embargo, la experiencia que hasta ahora tenemos de las CB no es muy alentadora: - Desde hace más de dos años los barrios han sido las plataformas desde donde los partidos "izquierdistas", sin efectivos obreros, han intentado influir en el movimiento obrero. Es el lugar ideal para la infiltración de estudiantes, intelectuales, etc. El confusionismo actual facilita la introducción de estos elementos, a través de los barrios, en las plataformas de CO, haciéndose acciones conjuntas no discutidas en CO, de nivel general, aunque en algunos casos, las CB han ayudado positivamente la lucha de las empresas (San Andrés). Esto plantea dos problemas: Por una parte, si en los momentos actuales de desorganización e inmadurez dejamos la puerta abierta a los estudiantes politizados de distintas tendencias, damos paso al dirigismo, al sectarismo y al parlamentarismo político en el seno de las plataformas; en dos palabras: a la muerte del movimiento obrero. No hemos estado luchando para volver a caer en el mismo error. Por otra parte, algunos militantes de CO encuentran que el terreno de los barrios se presta más a un cierto activismo, lo que les compensa de su poca actividad en la empresa y en CO, y desplazan su centro de atención hacia una forma secundaria de lucha. Se introduce así en CO la tentación del activismo fácil y se abandona el trabajo menos espectacular pero más importante de la lucha en la empresa, o en las funciones de organización, agitación y propaganda a nivel de CO. Quien no sea obrero asalariado no debe participar en las reuniones de plataforma de CO. ¿Debe existir una coordinación con los barrios? En caso afirmativo: ¿De qué tipo? 7º. Los peligros de dirigismo y la creación de "Círculos". La tentación que algunos intelectuales con ambiciones políticas, así como de grupos políticos organizados, de dirigir C.O., no es algo que pertenezca al pasado. Ha habido intentos recientes y los seguirá habiendo, mientras los trabajadores no seamos conscientes de que nosotros mismos hemos de ser capaces de dirigir nuestra propia organización de clase. Para ello es necesario añadir a nuestra experiencia práctica, y muy vinculada con ella, una serie de conocimientos técnicos (teóricos y prácticos). Esta necesidad, vivamente sentida por un grupo de militantes de C.O. es la que ha motivado la creación de unos círculos de formación para militantes obreros sin partido. Se pone en conocimiento de los militantes a los que interese la existencia de estos "Círculos" que no están cerrados a nadie que reúna estas dos condiciones de asalariados y de no estar en un partido político, donde ya recibirán su formación a su manera. 8º. Concluyendo: - El trabajo en las empresas, en general, sigue sin ser nuestra principal preocupación. - El nivel de militancia y de responsabilidad suele ser bastante bajo. - Algunas plataformas dedican excesivo tiempo al activismo. - Otras están en franca crisis e incluso en vías de disolución. - No funciona la coordinación ni pasa la propaganda. - No hay aparato para la confección de la propaganda. - El comité de redacción del boletín no está en funciones de seguir cumpliendo su misión. - Hay intentos de dirigismo en CO de los que todos no somos conscientes. - No se ha discutido una estrategia conjunta, por lo que cada plataforma tira por donde mejor le parece, sin tener en cuenta algunas veces el interés general del movimiento obrero del que forman parte. 9º Se propone: - Que se discuta este papel en las plataformas y se propongan soluciones concretas sobre cada punto. - Que dentro de 15 días, dos personas de cada plataforma se reúnan para una jornada de trabajo, con vistas a llegar a conclusiones de orientación y organización, para intentar poner fin a este proceso galopante de desintegración, y para establecer unos puntos de actuación que den una alternativa de clase a la ofensiva reformista que se nos echa encima. SI FRENTE A UN REFORMISMO COHERENTE Y ORGANIZADO SEGUIMOS ACTUANDO DE UNA MANERA INCOHERENTE Y DESORGANIZADA, ENTREGAREMOS LA CLASE OBRERA EN MANOS DE ESE REFORMISMO Barcelona 7 de diciembre 1969