APORTACIÓN A LOS GRUPOS DE DISCUSIÓN SOBRE CRITERIOS DE ORGANIZACIÓN DE CLASE INTRODUCCIÓN Todos nosotros militantes activos de diferentes frentes de lucha del M.O., veíamos reflejada en nuestra práctica la falta de madurez teórica así como de unos criterios serios y científicos sobre el carácter de las organizaciones de clase. A la instrumentalización y el dirigismo q que las organizaciones obreras han estado sometidas durante años por parte de los partidos o grupos que las utilizan como trampolín político hacia una supuesta cima de dirección de todo el movimiento obrero, ha sucedido una situación de dispersión que le resta fuerza en su lucha contra el capitalismo. A una imposición consignera de posturas reivindicativas y políticas ha sucedido una situación oscura de "anti". Las organizaciones obreras son esencialmente "anti todo", lo único positivo en ellas es su acción, su fuerza en la lucha, pero falta algo, falta la teorización de esta lucha, el extraer de ella una línea común de acción que permita unificar y aunar esfuerzos, que multipliquen por cine, por mil, por un millón el golpe que cada lucha obrera aplica al capitalismo. Así nacieron estos grupos de estudio. Nacieron de la necesidad vivida en nuestra propia práctica de evitar el aislacionismo, la lucha solitaria que tanto desgasta. Se trataba de conocer (y contrastar con nuestra práctica para ver su validez) qué son y qué representan las Organizaciones de clase en la lucha por el socialismo; se trataba de dejar de ser elementos "anti" para ser unidos, un elemento positivo en el seno del M.O. Nunca se pretendió (quedó muy claro en la asamblea fundacional de los grupos de estudio) resolver bajo el prisma del inmediatismo los problemas concretos de cada uno de nosotros en nuestros propios frentes de lucha. Cada militante debía constatar qeu los criterios sobre Organización de Clase que iba elaborando en su grupo de estudio correspondían a las necesidades de su propio frente de lucha, que le eran válidos, que le ayudaban a resolver los problemas planteados. En definitiva se trataba de poder realizar la relación de mutua dependencia que existe entre teoría y práctica, contrastándolas, elaborándolas conjuntamente gracias a la ayuda que en el aspecto teórico proporcionaría a los militantes la elaboración en común de unos criterios sobre Organización de Clase. Y así, con unos responsables por grupo y con el Programa de Estudio de Plataformas del Vallés como punto de partida, revisable continuamente si la dinámica lo requería se formaron los grupos de estudio. Del trabajo concreto cada grupo, cada compañero, es consciente. Unos más y otros menos, de acuerdo con nuestra capacidad y militancia hemos avanzado en el camino trazado. Si a veces el camino (el estudio) ha dado rodeos, ha sido por necesidades reales de los compañeros que componen cada grupo, nunca por capricho o arbitrariedad o criterios de boicot de algunos de nosotros. Pero ¿qué ha ocurrido entretanto en el grupo de representantes?, ¿qué problemas existían entre los responsables de grupos? Su labor de preparación teórica, de síntesis, de busca de textos y elaboración de programas para el trabajo de los grupos no se realizaba. ¿Por qué? Porque desde las primeras reuniones este grupo de responsables creado para la unificación, se dividió en dos tendencias, en dos líneas diferentes respecto a su concepto de que son las Organizaciones de Clase y cuál es su papel. Una línea de carácter prisista, basada en el inmediatismo. Su programa es claro, lo importante no es que los compañeros asimilen la parte teórica, lo importante es la acción. La teoría basta con que la sigan, con que se la crean sin que sea necesario el que la asimilen. Es en definitiva (ya lo analizaremos más a fondo) una línea liderista de tipo consignista que conduce rápidamente (lo suyo es la "velocidad") a la perpetuación del liderismo al impedir la formación teórica de los militantes. Otra línea que partiendo del nivel real de lucha y formación teórica de los militantes (es decir, tocando de pies a tierra) se plantea: 1º) La discusión y elaboración de una línea de las Organizaciones de Clase partiendo del nivel real de la clase. 2º) Una necesidad imperiosa de elevar este nivel a partir no de una postura fácil desclasada y teorizante que usa y abusa de su situación privilegiada para repartir a pequeñas dosis (consignas) su experiencia al M.O. sino de la postura más difícil pero más revolucionaria, más eficaz a largo plazo, de hacer comprender a los militantes la relación que existe entre su práctica y la teoría, añadiendo una práctica real, una teoría acorde con ella. Y esto progresivamente en continuo avance pero sin despegarse de la realidad. El choque entre estas dos líneas se ha repetido más o menos claramente en cada reunión de representantes de grupo. Y sin embargo no se ha transmitido a los grupos de estudio para evitar, buscando una auténtica eficacia (no es lo mismo eficacia que efectismo), romper su ritmo de trabajo con la introducción de problemas que hasta el momento les eran ajenos. ¿Por qué aparece ahora este documento? Porque esta problemática ha sido introducida ya en los grupos de una manera EFECTISTA con oportunismo político (en vísperas de una Asamblea) y que rompe el ritmo de trabajo totalmente. Porque bajo el prisma de un falso carácter teórico, científico y por lo tanto objetivo, a través de nueve interminables folios una de las dos tendencias apuntadas ha deformado totalmente la problemática del grupo de representantes. Porque este documento criticista, teórico-abstracto o indigesto intentó deslumbrar y garantizar con argumentos politiqueros la eterna supremacía de ciertos líderes que incapaces de amoldarse al papel que el desarrrollo histórico de la conciencia y el nivel teórico de la clase que les designa, endiosados y ególatras, quieren condicionar el desarrollo histórico a su papel de hombre de pretendida vanguardia. Aparece este documento porque los responsables de grupo que lo elaboramos (con conocimiento de ello en los grupos de los cuales formamos parte) creemos necesario: 1º Dar a conocer nuestra línea y desenmascarar el liderismo latente en ciertas posturas oportunistas. 2º Hacer constar que, al margen de los criterios que se han dado en el grupo de responsables de imponer una "línea y una teorización ya elaboradas" hemos procedido a confeccionar en nuestros respectivos grupos de estudio los elementos necesarios para que los compañeros de grupo al asimilarlos fuesen capaces de poder, analizando su práctica, elaborar sus propios criterios de actuación. Y esto con la aceptación de todo el grupo. Nuestros compañeros saben que hemos partido del nivel real general del grupo, que todos hemos participado en la elaboración de los criterios. Que el trabajo ha sido común y positivo. A su crítica nos remitimos. 3º Autocriticarnos por no haber denunciado antes cada uno en su grupo el oportunismo de una línea, que pretende en el grupo de responsables, imponiendo una teoría prefabricada y evitando el ascenso teórico de los grupos, preparaba ya el terreno para controlarlos, para transformarlos una vez más, en el pilar del momento a un perfecto líder obrero portador, él y solo él, de una teoría y una práctica sublimes. EL ACTUAL MOMENTO ECONÓMICO SOCIAL ¿En qué momento se encuentra la economía española? Desde la segunda mitad de 1970 en un periodo de estancamiento. El índice de paro aumentó entre 1970-1971 en un 35,7% cifra muy alta si tenemos en cuenta que el nivel de empleo de 1970 era muy débil. La cifra de obreros en paro en 1972 puede calcularse en unos trescientos mil, previéndose más del doble en el momento en que Europa no pueda absorber la mano de obra emigrante procedente de España. Al mismo tiempo la subida del coste de la vida ha sido alarmante. En 1971 se calculó en: carne, del 18 al 40 %.- pescado, 15 al 40 %.- legumbres, 15 al 30 %.- fiambres, del 10 al 20 %.- leche, 30 %.- agua, 11 %.- electricidad, 17 %.- butano, 8 %.- recogida de basuras, 20 %.- taxis, 23 %.- autobuses, 25 %.- metro, 35 %.- teléfono, 50 %.-enseñanza, más del 50 %.- etc., etc. Ha habido por lo tanto importantes aumentos en sectores básicos, buena parte de los cuales se hallan bajo el control directo del Estado. Si tenemos en cuenta que el 50 % del gasto total de los españoles se destina al sector de alimentación y que a estos aumentos se han venido a añadir las nuevas subidas de precios del actual verano tendremos toda la medida de la gravedad de la situación económica actual en España. Y estas dificultades sobrevienen en un momento muy difícil para el sistema capitalista. El Imperialismo está viendo una situación tensa en todo el planeta con crisis de la expansión económica, aumento del paro, inestabilidad social, y recrudecimiento de la lucha de clases. La crisis mundial del Imperialismo estalló a principio del siglo o poco antes y las guerras interimperialistas, el crac de la bolsa de Nueva York en 1929, los nuevos procedimientos de la tecnocracia de Estado y la gran reconstrucción posterior a la 2ª Guerra Mundial no han hecho más que retardarla y ampliar su envergadura. El Estado de alarma de la economía española aunque es fruto de unas circunstancias exteriores a la misma tiene sus raíces en la historia del capitalismo español. Sin tener que recurrir a los tópicos habituales sobre el carácter retrógrado de la economía en el siglo pasado, el poder de la Iglesia y los terratenientes o la incapacidad de la burguesía para hacer la Revolución Burguesa en España, un análisis de la historia del capital y el trabajo en los últimos años arroja mucha luz sobre el significado del estancamiento económico actual. 1959 hasta hoy. En 1959 el capitalismo español se incorpora al imperialismo internacional con la puesta en marcha DE UN PLAN DE ESTABILIZACIÓN. Los efectos inmediatos del Plan de Estabilización son: - apertura al capital extranjero adaptándose a él desde el punto de vista monetario, abandonando las medidas proteccionistas de la peseta. - fuerte acumulación de capital financiero. - reestructuración del aparato productivo del país con cierre de las empresas poco rentables. - aumento del paro obrero. - pérdida del poder adquisitivo de los salarios. A partir del Plan de Estabilización y a costa de los trabajadores la burguesía española se lanza a la industrialización del país. Son en 1961 se crea un millón de puestos de trabajo cubiertos por la emigración del campesinado a los centros industriales. El capitalismo español busca el beneficio inmediato o invierte en sectores productivos a corto plazo despreocupándose de mejorar la situación deficiente de los sectores básicos industriales, tarea indispensable para un desarrollo racional de la economía del país. Durante el primera Plan de Desarrollo -1964-67- el capital extranjero entra de lleno en el país a través de los grandes monopolios internacionales: trusts europeos como la REGIE RENAULT, KRUPP (Uninsa-Ensidesa), FIAT, NESTLE, PIRELLI, AEG, se disputan los puestos claves de la economía española con los trusts americanos CHRYSLER, ESSO, GULF, U.S.STEL, GENERAL ELECTRIC, I.T.T.E., IBM, etc. En este intento de desarrollo español existen sectores retardatarios junto a otros de vanguardia. Se trata de una única estrategia. El reformismo pretende identificar con sectores sociales las disputas entre clanes propias de toda política burguesa, como si en el seno de la clase dominante existieran bloques antagónicos que con sus enfrentamientos pudiesen reforzar el antagonismo entre burguesía y proletariado. Con tales análisis intentan justificar la sustitución del planteamiento revolucionario "clase contra clase" por vagas estrategias interclasistas. En realidad aunque aparezcan matices distintos en el ejercicio del poder los alcones y las palomas del régimen no solo no se excluyen sino que se complementan ("burocracia falangista - tecnocracia Opus Dei"). La política de mano dura de los llamados ultras no está reñida con una política de apertura del país al Imperialismo mundial, aunque esta integración requiera ciertas concesiones formalistas, ciertos cambios institucionales. Unos y otros representan una misma estrategia y unos mismos intereses de clase. Las rivalidades por la supremacía política y económica son contradicciones secundarias asimilables y a veces necesarias para la continuidad del sistema. Existen condiciones objetivas para que en toda esta etapa y desde el primer momento la clase obrera luche contra la explotación a que está sometida: En 1962-63 (periodo de mayor auge económico) la lucha obrera estalla en la cuenca Asturiana y proseguirá, creciente, a lo largo de toda la década. En 1966 la burocracia intenta encauzar las exigencias obreras a través de unas Elecciones Sindicales con un cierto carácter democrático; este intento del proletariado en el proceso capitalista se ve frustrado por la crisis en que entra el capitalismo español (persecución y encarcelamiento de Jurados y Enlaces). Se inicia así un periodo de lucha condicionada por dos rasgos fundamentales: la crisis económica y la actuación represiva de la clase dominante (Leyes contra el terrorismo y bandidaje, Estados de Excepción, Tribunal de Orden Público, etc.). Las luchas obreras conseguirán débiles conquistas económicas a cambio de un heroísmo desproporcionado y elevar el nivel de conciencia de la propia clase. Estas son las lecciones que se desprenden de Laminados de Bandas (1966), Erandio (1969), Granada (1970), Seat (1971), Bazán del Ferrol (1972), etc. ¿Por qué entran en crisis el capitalismo español y su reflejo en el seno del M.O., el reformismo? El desarrollo de la economía española iniciado con el Plan de Estabilización coincidió con un momento de auge del capitalismo europeo. En los primeros años siguientes, el Imperialismo aportando maquinaria nueva, nuevas técnicas, materias primas de mejor calidad, patentes, etc., posibilitó una mayor producción (punto álgido en 1962) pero la estructura industrial de la nación permaneció intacta. Por esto el desarrollo quedó pronto cortado y el trabajador español tuvo que emigrar a donde había fuerte demanda de mano de obra (Alemania, Suiza, Francia). Las migajas que caen de la mesa del Mercado Común se bajo forma de envío de divisas por los trabajadores españoles en el extranjero, o por el BOUM turístico solo sirven para mantener las apariencias e iniciar en 1964 un PLAN DE DESARROLLO. En 1966 se empiezan a notar las deficiencias estructurales de la economía española. En 1966, marzo la burguesía restringe los créditos y la crisis se agudiza estallando con toda su amplitud en 1967. Por estos mismos años el Imperialismo entra en una etapa muy crítica de estancamiento económico, fase que había sido aplazada hasta entonces gracias a los nuevos mercados y la concentración de capital por medio del colonialismo, la tecnocracia, y las guerras. Al coincidir con la crisis internacional imperialista, la burguesía española no puede hallar apoyo exterior para resolver su propia crisis. Las medidas que adopta (devaluación de la moneda en 1967 y congelación de precios y salarios) son insuficientes, la crisis prosigue en 1968, disminuye ligeramente en el 69, reaparece a mediados del 70 y sigue hasta nuestros días. Ante la imposibilidad de un desarrollo económico sostenido los capitalistas españoles acumulan capital sin decidirse a invertirlo. A principios de este año había unos 4.000 millones de dólares inmovilizados en el Banco de España. Es la existencia de estos recursos lo que, sin necesidad de una previa etapa de acumulación permite a la burguesía española junto con las inversiones extranjeras en el país, las relaciones con la CEE y la posibilidad para el capital internacional de l utilización de nuestro país como trampolín hacia nuevos mercados lo que permite a la burguesía plantearse en 1972 nuevas estrategias económicas: inversiones en obras de infraestructura, preocupación por industrias básicas, creación de industrias energéticas, concentración de empresas con modernización a coste asequible, mecanización del campo, todo ello con la necesidad de "un desarrollo político" dentro del orden burgués para con ello controlar el Movimiento de la clase obrera. La lucha de clases La evolución del capitalismo español tiene tres aspectos: 1º) Internacionalización creciente del capital, definitivamente integrado al gran capital internacional. 2º) Concentración en torno al gran capital de las capas burguesas. 3º) A partir de la situación así creada puesta en marcha por parte de la burguesía de una explotación más sutil de la clase obrera. Internacionalización del capital La situación de aislamiento a que se vio sometido en sus principios el régimen español y en el cumplimiento de los objetivos trazados en los Planes de Desarrollo han dado pie a que cierta oposición plantee estrategias de "Revolución en un Solo País". A partir del antifranquismo tradicional la oposición reformista siguen manteniendo que los [...] [...] régimen franquista. Otros grupos más radicales consideran ante los fracasados Planes de Desarrollo, contínuas devaluaciones, frecuencia de las crisis, etc. que es España el eslabón débil de la cadena imperialista y que la lucha de clases que en ella se lleva es la Vanguardia de la Revolución Internacional. Para derrumbar estos viejos tópicos basta poner de relieve la Internacionalización del capital español integrado a los capitalismos inglés, alemán, americano, etc. especialmente a partir del PLAN de Estabilización de 1959. Las perspectivas en este campo son de mayores avances ya que la estabilidad económica facilita una mayor posibilidad de integración en la CEE MIENTTRAS QUE LA SITUACIÓN DE crisis haría al capitalismo español más vulnerable a los grandes truts internacionales. Concentración burguesa La concentración de toda la burguesía en torno al gran capital es un hecho económico propio de la dinámica capitalista que además presentan los rasgos sociales y políticos muy importantes. Interpretar la evolución del sistema en función de la existencia de varios sectores de la burguesía contrapuestos e independientes solo porque el desarrollo de la dinámica capitalista es desigual es erróneo. Convertir los rocen entre Opus Dei y Falange, tecnócratas y burócratas, etc., en disputas insalvables entre un bloque continuista y un bloque aperturista es ingenuidad ya que todas las capas de la burguesía persiguen un único fin. Tampoco puede hallar la clase obrera auténticos aliados en las capas medias (como pretenden las políticas de Frente Popular). Las capas medias han quedado sometidas a un doble proceso de integración o proletarización. Ante las crisis de su nivel social las capas medias reaccionan instintivamente contra la marcha de la historia poniendo en marcha ideologías pequeño burguesas de carácter retrógrado que no solo implican actitudes contrarias al movimiento revolucionario, sino que son francamente fascistizantes. Explotación obrera La burguesía no ha vacilado nunca en utilizar todos los mecanismos que explotando a la clase obrera consolidarán sus bases. En un primer momento acudió a la falange, los sindicatos, la policía, etc. Luego introdujo elementos de apariencia democrática (Convenios Colectivos, cargos electivos) e incluso ha llegado a negociar con los elementos destacados de las luchas obreras. Hoy ante el fracaso de los plantes anteriores, la clase dominante necesita cambios más espectaculares y profundos para conseguir mantener una explotación más refinada de la clase trabajadora: necesita que ésta pueda organizarse de una forma estable que la conviertan en interlocutor válido. La industrialización, los planes de desarrollo, no son objetivos en sí mismos. El único objetivo real son los beneficios, la plusvalía, la institución del trabajo asalariado, mediante un control constante sobre su funcionamiento. En el momento en que la burguesía considere qua el control que necesita sobre la productividad y el nivel de los salarios es lo puede ofrecer mejor un "Sindicato Obrero" que el actual sistema de la CNS, no dudamos que lo va a poner en marcha. Las ventajas para la burguesía serían: - Tener un interlocutor válido ante cualquier problema. - Un "Sindicato Obrero" marca a cada momento el nivel de productividad y el precio exacto de la fuerza de trabajo. - Los pactos de este sindicato tendrían para los obreros mayor fuerza que la que pueden tener los acuerdos realizados por la CNS. - Es el mismo "Sindicato Obrero" el que podría romper más fácilmente que la policía o la CNS la huelga. - La existencia de libertades democráticas dentro del sistema mistifica a los obreros, los integra a la dinámica del capital y consagra en definitiva la institución misma del trabajo asalariado. LAS ORGANIZACIONES DE CLASE EN EL IMPERIALISMO Si hay algo que distinga la empresa neocapitalista es el grado de "racionalización" y organización del trabajo a que ha llegado, en refinamiento de sus sistemas de explotación; primas de todo tipo, extenso reglamento de régimen interior, múltiples subdivisiones profesionales, racionalización de las explotaciones, de la vigilancia de la producción, aislamiento dentro de la empresa de los distintos talleres, naves, categorías, sexos, especialidades, comedores, etc. El personal de la empresa monopolista está formado por gran cantidad de obreros con alguna especialización que forman categorías profesionales a parte, hasta el extremo que muchas veces se dan en la misma empresa más de 40 categorías profesionales, con sus diferentes salarios. Aumento de los oficinistas, vigilantes, encargados de personal, y en general aumento de las actividades no directamente productivas. El patrón o "capitalista" no existe y, por tanto, no es conocido, se impide así el elemento de conciencia que era la observación y crítica del capitalista. Los accionistas no suelen ni aparecer por la empresa y al menos los pequeños, ni saben donde ésta radica. La expresión de los capitalistas se percibe a través de los directivos y jefes de personal, con lo cual, muchas veces se consigue oscurecer la verdadera cara de la explotación o alejar la zona de conciencia de ella dentro del sistema capitalista. Por otra parte la competencia va siendo sustituida por el monopolio y, por tanto el poder rector va quedando cada vez más en manos de una minoría. La oligarquía monopolista o gran burguesía imperialista. Entre las características de la vida obrera nombraremos únicamente aquellas que nos parecen de importancia fundamental: el consumismo. En el hogar obrero (a veces incluso en propiedad) existen una serie de productos de consumo que le dan las mínimas comodidades propias de nuestra época. Ahora bien, la contrapartida es lo que el obrero tiene que sacrificar para conseguir estas mínimas comodidades, o lo que es pero, una serie de cosas y hábitos totalmente superfluas que la ideología consumista le convence de adquirir: horas extras, primas de productividad, turnos inhumanos, renuncia a la cultura, a la promoción personal, el descanso, el ocio educativo socialmente productivo, a la propia independencia profesional y sindica, a la mínima libertad en el actuar en sus formas externas; en definitiva, a la más mínima dignidad. La jornada de trabajo oscila alrededor de las 40 horas semanales. Pero hemos de señalar que estas jornadas a parte de ser conseguidas por los trabajadores de otros países e industrias, son únicamente jurídica, formal del tiempo de venta de la fuerza de trabajo: en realidad el obrero tiene la necesidad de hacer horas extras, trabajar a prima, y perder varias horas de su día en los transportes (tiempo que por supuesto no es contabilizado ni abonado). El grado de cultura sigue siendo mínimo, porque la cultura que es media en una sociedad viene determinada por el momento histórico. Es indudable que nosotros poseemos más conocimientos que los obreros del siglo diecinueve. Ahora bien: el nivel de desarrollo de las ciencias, la cultura, las artes, ha crecido mucho más rápidamente. Es decir, que relativamente nuestra cultura disminuye. Si la oligarquía se propone intensificar la educación e instrucción de los países imperialista, no es porque se compadezca de nuestra situación de ignorancia, sino porque un cierto avance le es necesario para el desarrollo sin frenos de las fuerzas productivas. Y al tiempo que señalamos esto hemos de recordar también que nuestro propio grado de interés por la educación y la cultura ha disminuido enormemente: si bien nos preocupamos de que nuestros hijos tengan una instrucción mayor a la nuestra es únicamente para que suban en la escala social, y no se encuentren para toda la vida condenados a nuestra propia situación. Además el interés por la puesta en marcha y mantenimiento de Casa del Pueblo, Casa de la Cultura, clubs culturales obreros, etc., es mucho menos que en la época del capitalismo premonopolista. Indudablemente la ideología consumista ha jugado también su papel en ello y el franco boicot que la burguesía y sus instituciones hacen contra los pocos hoy existentes. - Internacionalismo capitalista, internacionalismo proletario Originariamente, el nacionalismo era una ideología burguesa, y esto tanto en la fase progresista como en la fase reaccionaria de la burguesía. Sociedad burguesa, desarrollo del sistema capitalista de producción y formación de los estados nacionales europeos son procesos inseparables entre sí. Ya el primer proletariado, en cambio se apropió del concepto de internacionalismo antes incluso de que Marx y Engels en el Manifiesto Comunista anunciase: el trabajador no tiene patria. Hoy ya sabemos que no es posible el "socialismo en un solo país" y que la Revolución Socialista podrá salir a la larga triunfante si se hace al menos en un grupo de países (aunque no necesariamente de forma simultánea) entre los cuales existan países capitalistas avanzados. Pero esto no quiere decir que el M.O. de cada país haya de esperar una internacionalización mayor de las Relaciones Capitalista de Producción ni un mayor desarrollo de las fuerzas productivas dentro del propio país. La Revolución es un proceso que madura con la base de cara país. En momento culminante de este proceso, el "acto" revolucionario, la toma del poder, puede y debe seguir siendo dado cuando las condiciones lo favorezcan dentro del ámbito de nuestra acción (si esta es nacional, nacional; y si el ámbito de lucha de una región de la clase obrera es plurinacional, plurinacional. Que esto se dará con toda certeza en un grupo de países al tiempo, dada la internacionalización capitalista de la que venimos hablando es un dato a tener en cuenta (fundamental además para la orientación de la lucha y para darle un claro sentido internacionalista) pero no un pretexto para esperar "tiempo mejores" además será uno de los propósitos básicos en nuestros días, favorecer la Revolución en los demás países, ya que un nuevo país que camina hacia el socialismo de forma aislada o estando sometido a las presiones de ambos bloques tiene necesariamente que desviarse de su camino. Como dice Mendel, para la formación de una conciencia internacionalista cuenta más una sola huelga a nivel europeo que cien reuniones de grupos europeos. La huelga de los mineros franceses fue abortada mediante la exportación de carbón, sin que esto provocara movimiento más amplio de solidaridad. La huelga de los mineros españoles fueron en protesta contra las explotaciones típicamente capitalistas (con despidos)... aconsejada técnicamente por polacos, yankis y soviéticos; y fue boicoteado en sus seria consecuencias por la importación de carbón de los países "socialistas" (Polonia por ejemplo). Todavía más crítica aún fue la primera huelga de trabajadores en la historia del Mercado Común: 1966, huelga de la fábrica de armas F.N. de Lieja, de más de dos meses de duración; su objetivo era concretamente a igual trabajo igual salario defendía pues, los intereses de todos los trabajadores de los países estados miembros del MC. En ningún caso se dio una acción coordinada de los otros países. Sin embargo, no todo son datos negativos, así tenemos la solidaridad con la huelga de los trabajadores portuarios ingleses en el verano de 1970 que se extendió a varios puertos europeos. Hoy esto puede parecer a primera vista utópico. Pero ya es una realidad y son muy grandes las posibilidades abiertas a determinados círculos de grandes capitalistas internacionales por la creciente combinación y concentración internacional del capital. Se abre, incluso la posibilidad de orientar en su beneficio una detención en la subida de salarios o un descenso del salario real a nivel internacional. La encruzijada del Movimiento Obrero La enajenación del proletariado, el extrañamiento y alejamiento de sus fines específicos tiene por tanto una base material de explicación. Esa base material se refleja en su nivel de conciencia y de organización. Y así vemos grupos y grupos que, sin plantearse absolutamente nada nuevo intentan aplicar hoy mecánicamente las teorías de la práctica, la estrategia revolucionaria y al teoría organizativa a nuestras condiciones y nuestro tiempo. El marxismo se ha convertido en una religión con su santoral, sus biblias, sus profetas, y sus dioses omniscentes e implacables. Y cada grupo acoje los suyos, reune sus dogmas, y rechaza todo lo demás como "herético" e "infeccioso". Y así fracasan una y otra vez intentos honrados de aplicar la estructura organizativa leninista a rajatabla o la practica maoísta o la crítica trotskista, etc., etc. Es decir, el proletariado también está grandemente enojado a nivel de conciencia: De ahí que caminar hoy en día por ese camino sea colocar el proletariado directa y objetivamente al servicio de la burguesía. Sea sencillamente contrarevolucionario. Es hacer perdurar la dominación que utilizará al proletariado en el sentido más favorable para la perduración histórica del sistema de explotación, de la forma más apropiada para que sus movimientos de clase burguesa ocasionen la mínima agudización de las contradicciones inter o intracapitalistas. CONSECUENCIAS: - LAS TAREAS HOY A la luz de todo lo anterior está claro que continuar por los ya conocidos incluso en sus consecuencias caminos en los que hasta ahora nos movíamos (partidos leninistas de cualquier orientación, órganos de colaboración de clase, etc.) sería totalmente erróneo y contrarevolucionario. Por consiguiente, las nuevas tareas a abordar serían en esquema las siguientes: 1º. Desalienación de la conciencia socialista: Es decir, romper con la cadena de progresiva degeneración teórica llevada hasta ahora y estructurar la conciencia socialista adecuada a nuestro momento histórico. Profundizar en la serie de problemas que se nos plantean armados de unos instrumentos marxistas de análisis, sí, pero libres de todo dogma toda anteojera y extraer sus leyes científicas y sus consecuencias teóricas y teoricoprácticas. 2º Desajenación de la política de la clase: Es esta la única posibilidad de sentar la base material de la necesaria reestructuración de la conciencia de clase. Lo cual implica: una consciente labor de destrucción de toda burocracia absorvente. Impulsar la dinámica propia y autónoma de la base material, es decir, potenciar todo germen de desarrollo espontáneo del Movimiento Obrero conducente a su estructuración independiente. Ir dotando al M.O. de la Organización exclusivamente necesaria para su práctica, evitando la creación de cualquier órgano artificial de coordinación sin base en la lucha real, al tiempo que se VA estructurando paralelamente en acción y reacción con esa práctica concreta, la práctica teórica o teoría. Estar dispuestos a mantener únicamente la organización capaz de retroceder, asimilar y recomenzar ante todo fracaso, probable y frecuente en esta situación histórica. Que todo sectarismo del Movimiento Obrero esté dispuesto a impulsar sin ningún tipo de sectarismo ni dejadez cualquier brote de movimiento que surja dentro de la clase, sea al nivel que sea. Siendo así, las frustraciones y los fracasos contribuirán a nuestra independencia y consolidación como clase, casi tanto como nuestros éxitos. Porque estos contínuos abortos o frustraciones (similares a la Comuna de París, a la Insurrección de Asturias del 34) harán al proletariado acumular experiencia histórica y nos aportarán los factores necesarios para la estructuración de una conciencia socialista desarrollada, capaz de ser piedra angular en la tarea de nuestra autoemancipación. Ya Marx observaba en el 18 Brumario que las revoluciones proletarias repiten sin cesar las dudas, debilidades y miserias de sus primeras tentativas; parecen no abatir a su adversario sono para permitirle extraer nuevas fuerzas da la tierra y dirigirse nuevamente formidable contra ellas; reculan constantemente ante la inmensidad infinita de sus propias metas, hasta que sea creada la situación que vuelva imposible toda vuelta atrás. - ¿Qué líneas generales seguir? La homogeneidad de condiciones de la sociedad imperialista en el plano de la lucha de clases no excluye la existencia de puntos más débiles para la burguesía (hablamos de puntos más débiles, no del eslabón débil) esto quiere decir que la política mixtificadora de la burguesía no se encuentra en todas partes al mismo nivel de desarrollo. En la Península Ibérica el movimiento asociativo de los trabajadores, nuestro movimiento se encuentra todavía en una fase incipiente dadas las condiciones en que se desenvuelve. El M.O. se encuentra mucho menos estructurado; no existen unas centrales sindicales de corte tradicional, sino tan solo los brotes de un auténtico movimiento obrero de masas: comisiones obreras y comités de empresa. Las CCOO que surgen y se desarrollan de forma inequívocamente espontáneas han sufrido sin embargo el peso burocrático que en su seno significó la presencia de los Partidos Políticos existentes los cuales han hecho sufrir a CCOO un desgas[..] Este desgaste se manifiesta: - en la existencia de unos organismos burocráticos cortados de la base y controlados por los grupos y partidos que no cumplen otra función sino la de freno para el crecimiento autónomo del movimiento. - en el abandono del trabajo de base en las empresas en pro de una política de captación y maniobreo partidista ajena al desarrollo de la base. - en la práctica de acciones de masas y campañas de agitación no con un sentir de lucha sino de "demostración", con objeto de "meter miedo al gobierno" o ganarse la simpatía de grupos pequeño-burgueses, maniobrar con las contradicciones interoligarcas, arrancándole así concesiones al precio de contínuas derrotas. - en la más absoluta instrumentalización de los órganos y líderes del movimiento obrero al servicio de una política de colaboración de clase: lucha por las libertades democráticas, alianzas por una política de democracia popular... etc. Puede constatarse que desde la ofensiva de CCOO de 1967-68, el crecimiento numérico de los partidos y grupos ha corrido parejo al deterioro de las Comisiones Obreras. Todos los intentos de crear "El partido del Proletariado" entendido según el clásico modo burocrático, fracasan uno tras otro. La proliferación de sectas que desatienden la tarea fundamental de fortalecer al Movimiento real de la clase, revela en esta situación claros intentos de elaboración de "Estados Mayores" cortados de la clase de la cual pretenden ser sus guías naturales. Y no es aumentando el número de sectas partidistas, estructuradas ya como el partido del proletariado como se puede combatir el régimen de las sectas. Hoy, el movimiento obrero, en fase embrionaria, necesita antes que nada crear las condiciones materiales, la extensión de su base, que permitan la supresión práctica del papel de los grupúsculos, así como el de los líderes. Ello equivale a avanzar, (organizadamente, eso sí, pero solo extender el grado de conciencia a todo el movimiento, no para sustituir a ésta) en el asentamiento de reales órganos de clase independiente. En la dirección de este proyecto, que enlaza directamente con las mejores tradiciones del movimiento obrero desde la Asociación Internacional de Trabajadores hasta hoy debe enmarcarse nuestra actitud de trabajo interno, en un solo cuerpo. Ello significa: - poner en marcha el proceso de unificación del movimiento por la base en cuanto a órganos y objetivos. - ir creando únicamente las formas organizativas que la ampliación de la base del movimiento va exigiendo, dotándoles de una estructura tal que puedan ser disueltas una vez cumplida su labor parcial. - Vincular las formas de organización por empresa y rama con la organización por zonas o sectores y con los círculos de formación de militantes obreros partiendo para ello, no de artificiales órganos "revolucionarios" separados de la realidad, sino del nivel real del movimiento de la base. - Marchar hacia la superación de las separaciones teóricas y prácticas (lucha económica-lucha política, sindicato-partido, espontaneidad-conciencia...) concibiéndolas como parte de un todo. Y para ello, profundizar la conciencia anticapitalista de las comisiones de empresa y plataformas desbordando así día a día la política oportunista en la práctica, no con hermosas teorías y cánticos revolucionarios. - Coordinar la acción comunista y la formación marxista en el M.O. no en base a resucitar una nueva secta de conspiradores marginados, sino para facilitar la libre confrontación de tendencias, necesarias hoy día para el esclarecimiento y profundización de la teoría marxista. - Ir estructurando de esa forma la conciencia de clase, la conciencia socialista adecuada a la época que nos ha tocado vivir. Dando al miso tiempo los pasos prácticos y organizativos que tanto nuestra práctica teórica como nuestra militancia concreta vayan exigiendo. - Devolver así al marxismo y al movimiento real de nuestra clase (del cual el primero no es sino su método de análisis, su método para la acción) la vida de que un día gozaron y que las burocracias se esfuerzan en aplastar. Con ello acercaremos el desencadenamiento de la revolución socialista, única alternativa posible hoy día sin caer en la colaboración de clase. Y es desde punto de vista desde el que debemos enfocar nuestro sordo trabajo de hoy. Aunque a veces los militantes, en un momento de desánimo, nos preguntemos sobre la utilidad o inutilidad de nuestro trabajo consecuentemente socialista y, por tanto, mucho menos apoyado desde fuera de la clase y mucho más oscuro. El Imperialismo lleva a la agudización de la lucha de clases en todos los campos, antes o después. De ahí la importancia de ir preparando las condiciones para la lucha definitiva contra él, también en el seno de las propias naciones imperialistas. No queremos ante todo, disimular las dificultades de tal lucha, la enorme gravedad de nuestra situación o las dificultades que entraña el intento de salir de ella. Eso sería caer en un estúpido triunfalismo deformador, y por tanto contrarevolucionario. Pero repetimos que es esa misma gravedad, son esas mismas dificultades, las que descubren y promocionan a los verdaderos militantes entre aquellos que siguen en la brecha, sin apartarse por el desánimo y sin "esconder la cabeza bajo el ala". Sabemos que es la confluencia de la conciencia socialista estructurada para nuestra época en acción y reacción sobre la base material de la única situación que puede acabar para siempre con la servidumbre en que actualmente nos movemos... "las fuerzas productivas que se desarrollan en el seno de la sociedad burguesa, brindan, al mismo tiempo, las condiciones materiales para la solución de este antagonismo. (FP/RP, burguesía-proletariado). Y es en ese triple marco tantas veces repetido: 1º) Estallido en las contradicciones inter e intra capitalista. 2º) Con la influencia de la conciencia socialista desarrollada y estructurada. 3º) En el movimiento independiente de un proletariado consolidado en clase. Como esas fuerzas que se gestaban en el interior de la vieja sociedad romperán violentamente la cáscara caduca de la misma y el proletariado internacional irrumpirá en la historia con un carácter de necesidad, dando origen en un parto único y múltiple, a la aparición generalizada del Estado de Nuevo tipo que nos colocará a las puertas de la sociedad comunista y de la definitiva emancipación del proletariado y de la humanidad en pleno. A MODO DE EPÍLOGO Los responsables de este estudio aportación creen necesario hacerse, ante todos los compañeros, una autocrítica. Autocrítica por haber caído en los mismos vicios que ataca: - La aportación de una línea preelaborada a los grupos rompiendo su dinámica de trabajo. - El haber "parido" un estudio larguísimo y haberlo hecho en solo una noche con las consiguientes deficiencias de método, que sin duda alguna, provocarán el que cosas importantes se habrán quedado en el tintero y que otras no estarán suficientemente claras. Es el defecto lógico cuando, en un momento de "inspiración" alguien intenta resumir lo que ha de costar a la clase obrera un largo camino de práctica y teorización. Defendemos totalmente la línea que en estas páginas hemos intentado explicar y rechazamos como retrógradas y contrarevolucionarias aquellas posturas que, despreciando la capacidad del proletariado para extraer una línea de actuación correcta a través del análisis de su práctica pretenden dirigirlo, imponérsele, se perpetuamente sus "padres políticos". Y eso, sean posturas personales o de grupo. Al releer este trabajo, a pesar de comprender la necesidad de autocriticarnos por él, hemos creído conveniente su divulgación en los grupos de estudio. Y esto por dos razones que si bien han quedado expuestas ya creemos necesario repetir una vez más: 1º) Explicar que nuestra actuación en los grupos de estudio es coherente, es fruto de una concepción determinada (la expuesta) de las organizaciones de clase. 2º) Demostrar que está al alcance de cualquiera el hacer mamotretos incoherentes, cargados de crítica fruto de enfoques personalistas de los problemas, abortos tostoníferos, y farragosos con mucha palabrería técnica y con una falta absoluta de carácter científico y objetividad. Es realmente fácil, a partir de los análisis y aportaciones de los mil y un grupos que existen. Reconstruir un análisis con apariencia de novedad, de solución definitiva. Todo depende de disponer de los medios necesarios (archivos, libros, tiempo, etc.). ¿Es esto realmente lo que necesita el movimiento obrero? ¿Son estas "paridas" fruto de elucubraciones febriles lo que llevará al movimiento obrero al recto camino? No, compañeros. Será el trabajo de la clase obrera quien lo hará. Serán nuestra práctica y nuestra teoría las que nos guiarán. El camino no será tan fácil, porque no habrá guías providenciales que nos descubran atajos, pero será el camino seguro. Los atajos que conducen al abismo y no a la victoria tienen siempre en su entrada una aduana donde el líder o grupo (cegados por su autocontemplación en el mágico espejito de Blancanieves de la teoría) se presta -eso sí, con un afán de ganar rápidamente la meta- a ser el guía. No podemos terminar sin plantear las alternativas que creemos convenientes para los grupos de estudio. Que esta asamblea, de acuerdo con la práctica llevada en ellos decida si son o no válidas: - Revisión del trabajo realizado. - Aceleración del trabajo en función de las necesidades (acelerar de acuerdo con las posibilidades de asimilación en los grupo de los conceptos analizados). - Crítica del grupo de responsables. - Revisión de las tareas que estándoles encomendadas no han cumplido. - Que cada grupo reconsidere la necesidad o no de cambiar al responsable del grupo. - Replanteamiento del esquema de trabajo. Por una organización de Clase Autónoma. SALUD Y REVOLUCIÓN Barcelona, Agosto 1972