Violencia capitalista Consejos de guerra obreros El día 3 de abril, MANUEL FERNÁNDEZ MÁRQUEZ, trabajador de la central Térmica, era asesinado por las fuerzas del "orden". Éstas habían acudido para defender a los capitalistas de la Térmica, de la lucha que los trabajadores habían empezado (paros, asambleas,...) en defensa de sus reivindicaciones (4.000 pts.; 40 h. semanales, no al IRTP, etc.). Acudían a defender el "orden" burgués, el orden que interesa a los capitalistas, que no es otro, que la explotación de los trabajadores, para acumular cada vez más capital. Hoy, estos capitalistas, a través de su estado, de sus leyes, sus tribunales, quieren juzgar en consejo de guerra, a cuatro trabajadores de la Térmica, que con sus compañeros, se manifestaron contra su "orden", contra su explotación. La represión es mayor, cuando las luchas no son meramente reivindicativas, y tienen un claro contenido de clase, enfrentándose a la explotación capitalista con formas de lucha claras y decididas. Este hecho de violencia (asesinatos, consejos de guerra,...) muestra la realidad de explotación, que sufre la mayoría (la clase asalariada) por una minoría (la clase capitalista). Esta violencia, viene disfrazada de legalidad, de normalidad, hasta que hechos como el de la Térmica, nos hacen ver la verdadera cara de esta violencia escondida detrás del disfraz; nos damos cuenta del tipo de normalidad y legalidad que les interesa. Pero esta violencia, en estos hechos manifestada, no es más que la continuación de la violencia diaria. Los capitalistas, para asegurar su continuidad, disponen del aparato represivo (policía, ejército, leyes,...) el cual defiende sus intereses, que son: El de ser ellos los dueños de las fábricas, máquinas,... y el de explotarnos a nosotros, la clase obrera, que tenemos que trabajar para ellos si queremos comer. Por eso, los explotadores ejercen la más brutal de las violencias sobre la clase obrera, en los diferentes planos de la vida diaria. Violencia en el trabajo. Se nos paga con un salario que no nos permite otra cosa que reproducirnos, para volver a trabajar. Salarios que son "congelados", cuando a la burguesía le interesa; Salarios que, al contrario de la productividad, no aumentan, y que encima, cada vez podemos comprar menos cosas con ellos. Violencia en las condiciones de Higiene y Seguridad. El trágico accidente de Zaragoza es prueba de ello. Violencia en las largas jornadas; en el trato de jefes y encargados; en el sistema de primas... Violencia en las ideas que nos meten diariamente, distrayéndonos de nuestra situación de explotados, y apartándonos de nuestros problemas. Nos lanzan a unos contra otros, para alcanzar los puestos más remunerados y mejor considerados. Quieren hacernos creer que la solución de nuestros problemas es individual, no colectiva; "es necesario consumir", "la felicidad no consiste en no estar expltados sino en tener y gastar muchas cosas". Frente a esta sociedad capitalista y terrorista, la clase obrera queremos construir otra. Organizar la vida social, no en función de la producción y el trabajo (producir más y más) sino en función de los intereses de la colectividad. Transformar las relaciones sociales, en una sociedad sin clases. Construir una sociedad, en la que cada uno trabaje según su capacidad, y reciba según sus necesidades. Los trabajadores queremos una sociedad, donde no exista violencia; la clase obrera no es violenta por naturaleza; no somos una pandilla de "salvajes". Pero, alcanzar la nueva sociedad, no será pacíficamente; la experiencia nos dice que cuando con más fuerza nos defendemos y atacamos la explotación, la represión se agudiza, la violencia de los capitalistas aumenta. No están dispuestos a perder sus privilegios de clase. Organizar la defensa de nuestros "piquetes", enfrentarnos a las fuerzas represivas cuando acuden a defender los intereses de los capitalistas, es algo, que nos viene impuesto por la agresión capitalista: los obreros de la Térmica vivieron esta imposición; ellos luchaban por unas reivindicaciones que les irían acercando hacia la liberación de la explotación, a que les tenían sometidos los capitalistas de la Térmica, y se encontraron con la policía, que a palos les quería "convencer" de que volvieran a la "normalidad y legalidad". No será pacíficamente como acabaremos con la explotación ellos están dispuestos a defenderse violentamente. Cambiar la sociedad de arriba a abajo, no puede ser más que un acto consciente de toda la clase obrera, unida y organizada. Por eso nuestra lucha pasa por nuestra unión y nuestra organización en torno a nuestros objetivos de clase: destrucción del sistema de producción, basado en la explotación del sistema capitalista, y construcción de la sociedad, donde no haya explotados ni explotadores: el Socialismo. Por eso delante de estos consejos de guerra, que hacen a nuestros compañeros de clase, debemos responder unidos, como hicimos cuando el asesinato del obrero de la Térmica, demostrando nuestra solidaridad, discutiéndolo en nuestros lugares de trabajo, barrios, haciendo paros, manifestaciones,... tomando conciencia de la realidad capitalista, y de las tareas para su liquidación. NO PERMITAMOS QUE JUZGUEN NINGÚN TRABAJADOR. EXTENDAMOS NUESTRA SOLIDARIDAD DE CLASE. ORGANIZÉMONOS EN NUESTRAS FÁBRICAS LUCHEMOS CONTRA LA REPRESIÓN, LUCHANDO POR NUESTRAS NECESIDADES ORGANÍZATE EN COMISIONES OBRERAS Plataformas de Comisiones Obreras Barcelona, diciembre del 1971