AUTONOMIA OBRERA COMO ALTERNATIVA DE CLASE LA AUTONOMIA OBRERA NO ES... ... un grupo político, ni mucho menos un partido político, uno más, de los muchos que pretenden ser los redentores y salvadores de la clase explotada. Tampoco se trata de una organización amplia o de masas. En-tonces, la Autonomía Obrera ¿es una bonita idea? ¿qué es?... LA AUTONOMIA OBRERA ES UNA TENDENCIA HISTORICA DEL MOVIMIENTO OBRERO Como tendencia histórica es minoritaria en momentos no revolucionarios, pero cuando se abren períodos de fuerte lucha de clases, siempre apare ce y se plasma en realizaciones prácticas. Con el nombre de Comuna, de Soviet, de Consejo Obrero, de Comités... y en general de Organización de la Clase, en París (1871), en Rusia (1905-1917), en Alemania (1918) en España (1936) y mucho más recientemente en Polonia (1956-1970), los trabajadores se organizan al margen y contra los sindicatos y partidos. La organización que adoptan, la Organización de la Clase, se basa en la más pura democracia directa, en la no delegación de funciones, contra toda jerarquía... y constituye el auténtico poder obrero capaz de hechar por los suelos la sociedad capitalista. Pero a la vez, la Organización de la Clase es el edificio sobre el cual se levanta la organización económica, social y política de la nueva sociedad. La Autonomía Obrera como tendencia histórica, no sólo son unas realida des prácticas que abren el camino hacia la liberación de la clase tra-bajadora, y en general, de toda la sociedad, sino también unas realida des teóricas elaboradas por diferentes pensadores revolucionarios. El Marx no adulterado por Lenin, defensor y teórico de la emancipación de los trabajadores como obra de ellos mismos; la Rosa Luxemburgo revo lucionaria apasionada que criticó antes que nadie el carácter contra-re volucionario de todo partido dirigente, porque sustituye a la clase y después la somete de nuevo; el Gramsci joven, teórico e impulsor prácti co de los Consejos Obreros de Turín; Korsch, Pannekoek, y muchos más que defendieron teóricamente y en la práctica una política de clase he-cha por y para los trabajadores y por lo tanto opuesta a toda dirección política externa. LA AUTONOMIA OBRERA ES UN MOVIMIENTO REAL Y UNA PRACTICA DE CLASE. Para desgracia de capitalistas, burócratas de izquierda, burócratas de ultraizquierda y demás dirigentes portadores de la línea "correcta y jus ta," la Autonomía Obrera no está muerta. Lo que sí está muerto y enterra do, son las ideologías-verdad (estalinismo, trotskismo, anarquismo...) que pequeños grupos portadores quieren introducir dentro del proletaria do. La Autonomía Obrera es el movimiento real en que la clase trabajadora, adquiere aunque sea momentáneamente, conciencia de ser sujeto del pro-ceso revolucionario. Este movimiento que nace de la contradicción entre capital y trabajo, se manifiesta de modo visible de múltiples maneras. Las Asambleas "no dirigidas", los comités elegidos y revocables en todo momento, los piquetes de extensión de huelga, las comisiones representa tivas y a otro nivel, el rechazo del trabajo, el absentismo, la insubor dinación, no colaboración, el sabotaje... no son más que la expresión externa de este movimiento, de la Autonomía Obrera. De norte a sur, de Barcelona a Madrid, y en Vitoria como punto álgido, la Autonomía Obrera ha sido el "tigre" indomable que burgueses y refor-mistas han querido asesinar. Cuando las trabajadores eran verdaderamen- te los protagonistas de la lucha, es decir, cuando la Autonomía Obrera era fuerte, la lucha se basaba en órganos de democracia directa (asama-bleas, comisiones representativas, etc) y no concluía con ningún pacto social. Cuando la burocracia,reformista o no, tenía peso, los trabaja-dores eran meros espectadores manipulados por comisiones asesoras, o directamente por líderes. En Vitoria la Autonomía Obrera fue el tigre indomable que es la clase cuando se auto-organiza, por esto Vitoria fue una experiencia histórica. En el Baix Llobregat, los reformistas han destruido la autonomía de la clase, y por tanto, la posibilidad de que los trabajadores sean los protagonistas de la lucha. Por esta razón, las huelgas del Baix Llobregat, con su pacifismo legalista, sus gestio-nes a través de la Organización Sindical, sus líderes manipuladores, y su final con pacto social incluido,son una auténtica tomadura de pelo colectiva. Después de este impresionante ciclo de luchas que todavía estamos vi -viendo, ha quedado claro para todos: Autonomía Obrera, independencia de clase y auto-organizaci6n, frente a reformismo obrero, política inter-clasista y manipulación. LA AUTONOMÍA OBRERA ES UNA LINEA POLÍTICA DE CLASE El capital, en el trancurso de la lucha de clases, actúa frente a la clase trabajadora con una línea política determinada que se fundamenta en su política económica, pero que abarca la globalidad de los aspectos sociales (política social, cultural, educativa, sexual, ideológica, etc). En cada momento de la lucha de clases, la burguesía privilegia el nivel más eficaz para controlar y dominar a la clase obrera. Hoy se concreta bajo la forma de pacto social, nuevas instituciones políticas, inflación, sindicatos de clase... La clase trabajadora también tiene y debe desarrollar su línea políti-ca, línea política de clase global, pues es una respuesta-ataque a to-dos los niveles de opresión y dominación burgueses. La Autonomía Obrera entendida como línea política de clase, o sea, co-mo conjunto de líneas de intervención en los distintos frentes de lu-cha, no puede ser la invención de un grupo de militantes. Tiene que ser necesariamente una síntesis colectiva que recoja las más avanzadas ex-periencias de la lucha de clases. En este sentido, está aún por hacer, si bien existen ya elementos válidos como punto de partida. El reformismo obrero en España, en Italia, en Francia, etc, se ofrece al capital para planificar, no ya el desarrollo capitalista, sino la crisis del propio sistema. Compromiso histórico en Italia, ruptura pac- tada en España, programa común en Francia, no son más que variantes de un mismo proyecto represivo contra el proletariado: encadenarlo al ca- pital, plegar su autonomía como clase a las necesidades inmediatas de superación de la crisis. La Autonomía Obrera no quiere administrar la crisis, lo que en España significaría pactar con el Gobierno. La Autonomía Obrera quiere profun-dizar la crisis, mantenerla abierta sin forzar enfrentamientos totales en los que la clase trabajadora saldría hoy perdiendo. Pero, ¿cómo profundizar la crisis? Para nosotros no hay duda: Construyendo la autonomía de la clase. Esto significa: 1.- De cara a la clase obrera: construir relaciones sociales comunistas Intervenir en las luchas de manera que surjan formas de auto-organiza-ción que se opongan a toda substitución y manipulación de la clase tra-bajadora, a toda jerarquización, a toda división del trabajo y delega-ción de funciones. Estas formas de auto-organización (asambleas, comi-tés elegidos y revocables, piquetes...) desarrollan en su interior un tipo de relaciones sociales que prefiguran ya las que existirán en la sociedad comunista. 2.- De cara al capital: construir niveles crecientes de poder obrero. Cuando estas formas de auto-organización se basan en verdaderas rela-ciones sociales comunistas, es decir, las asambleas no son manipuladas, los comités son revocables, actúan frente al capital como un nivel de poder obrero. Impulsar niveles de poder en la empresa, en el barrio... supone: - Rechazar la sumisión a las leyes de la economía, que la burguesía pre senta como algo natural. En la práctica, significa el rechazo del pro- ductivismo, del culto al trabajo alienante. -Organizar la violencia revolucionaria, no dejándola en manos de espe-cialistas (brazo armado) sino haciendo que sea la propia clase quien la autogestione. - Imponer al capital un poder de clase que nace de la lucha reivindica-tiva, cuya ampliación debe conducir a la deteriorización del sistema ca pitalista y a la unificación del proletariado. - Impulsar núcleos de base en todos los lugares de explotación, que ha-gan suya la Autonomía Obrera como línea política de clase. LA AUTONOMIA OBRERA ES UNA ALTERNATIVA POLÍTICA Aunque en estas hojas se ha desarrollado solamente una aproximación al tema de la Autonomía Obrera, creemos que ha quedado claro su carácter de alternativa política de clase. Su creación es paralela al avance de la lucha de clases y a la constitución de la clase trabajadora como su-jeto de la historia. Por eso, nadie puede ser portador de ella, como no sea el proletariado en lucha. Todos los que desde unas posiciones de clase, revolucionarias, estamos contra el reformismo y el dirigismo de las "vanguar-dias", debemos dar un paso cualitativo que posibilite la coor dinación de las luchas y los esfuerzos organizativos dispersos, en el marco de la Autonomía Obrera. Es así como avanzaremos hacia la construcción de la Organización de la Clase. Vitoria nos ha recordado el camino a seguir. Un camino largo, abrupto, pero liberador. LA LIBERTAD NI SE RECIBE NI SE DELEGA, SE CONQUISTA Y SE DISFRUTAUISTA Y SE DISFRUTA Julio 1976 Edita: Lucha y Teoría