diario del encierro en la mina de potasas ****** edita el comité provincial de navarra de la organización revolucionaria de trabajadores en ayuda de: los detenidos, multados, despedidos, expe- dientados y represaliados en general 1 se va a iniciar el encierro Estamos a 7 de Enero de 1.975, y 47 mineros ca minan toda la jomada por las galerías subterraneas, hasta encontrar el lugar en el que van a pasar quin-ce dias de encierro y de hambre. Ellos van a repre -sentar, asi lo creemos, un hito importante en el mo-vimiento obrero de ESPAÑA bajo el fascismo. A continuacion reproducimos el relato integro de un minero, de un hombre de las COMISIONES OBRERAS de NAVARRA, recordando las 340 horas que a muchos me tros bajo tierra, incomunicados, vivieron 47 hombres: ANTONIO, EUSEBIO, CARLOS, LUCIANO, FELIPE, LUIS, JE-SUS, JUAN, PEDRO, CIRIACO, MANOLO, SATUR, RAMON, AL-BERTO, JAVIER... dia Primero "Por la mañana de este dia, la Empresa nos reu nio el tiempo suficiente para que nos enteraramos de su nuevo capricho: una nueva sancion de dos meses sin empleo ni sueldo. Y nada mas hacernos saber su deci-sion, !a disolverse todos, a casa!. Pero en este mis mo instante corre por los grupos la idea de ir hasta ASTRAIN, pueblosituado cerca del pozo de UNIDANO. Cu ando estamos en ASTRAIN, se comienza a hablar de la necesidad de encerrarse entrando por UNIDANO (que es de otra empresa) que comunica con el pozo de ESPARZA el cual ya esta tomado por la Guardia Civil. Ya desde el dia 2 de este mes, en el que acaba 2 3 ba la ultima sancion de esta larga y durísima huelga corren toda clase de rumores sobre que hay despidos, sobre que la empresa se cierra para meses y sobre los ejemplares castigos que se avecinan. En ese ambiente decidimos continuar en paro. Y en la conciencia de --los hombres mas combativos afloro la necesidad de ha-cer un encierro, en vistas de que se nos sancionaba-con dos meses, castigo para nosotros inaguantable.Un encierro, se pensaba, que tendria que ser mas radi -cal que el que se hizo el año pasado. Por eso, cuan do este dia 7 se nos comunica que tenemos sancion has ta marzo, entendemos que es el momento de tomar unas rapidas provisiones y meternos en la mina. La Guardia Civil pasa por ASTRAIN cuando esta -mos decidiendo que hacer, y antes de que vuelvan y o cupen la boca de UNDIANO, metemos en los coches toda la comida improvisada que podemos, las lamparas que encontramos a mano; y para cuando vuelve a pasar la Guardia Civil, los 47 mineros voluntarios comenzamos la marcha, rampa abajo. Asi comienza nuestro encierro. Con muchos brios y decision. Tenemos la sensacion de que este encie -rro tiene importancia vital para poder demostrar que no estamos dispuestos a claudicar tan facilmente co-mo querriala patronal. Asi que cargamos con los bar-tulo y vamos hacia ESPARZA. Toda esta jornada la pa-samos en el camino subterraneo. No probamos bocado -hasta llegar al lugar que va a ser nuestro hogar du-rante quince dias; ese lugar que ya en el anterior en cierro quedo bautizado como "el hogar del minero". ! Por humor que no quede! Este encierro es pues, la culminacion de una lar ga lucha. POTASAS de NAVARRA es una empresa que se ha caracterizado por la intransigencia y cerrazon de la diréccion. Pero los trabajadores, lejos de amilanar se, han ido creciendo en su indignacion y en su con ciencia, y han sabido organizarse mejor en sus CO-MISIONES OBRERAS para unificar fuerzas y lanzarse al ataque con mayor empuje cada dia. Ha sido una pro -gresiva batalla diaria contra la escalada de sancio ne, contra las negativas a dejarnos reunir en asam bleas (que por encima lo hemos realizado), ha sido una movilizacion general contra los esquiroles, sa-cando a estos de su trabajo y enviando a uno a la clinica (pues habia sido la causa de que expedienta ran a 17 compañeros), y acudiendo en fin en apoyo -del piquete de mantenimiento de la mina, al que la Guardia Civil obligaba por la fuerza a entrar, etc. etc. A las 8,30 de la tarde llegamos a nuestro si-tio definitivo, y despues de tomar un tentempie, co menzamos a organizarnos. !Y es asombrosa la discipli na que se genera en una situacion asi!. Para evitar tener que identificarnos y conocernos por los nom -bres, tomamos la precaucion de irnos numerando to-dos. Organizamos las guardias, los turnos de cocina las horas de realizar las asambleas (dos por dia) -despues de las "comidas". Las guardia por ejemplo , las hariamos de cuatro en cuatro, para vigilar la en trada durante las 24 horas del dia y de la noche. Llamamos entonces por telefono a la Empresa (por el unico telefono que quedaba abierto) y comunica -mos sencillamente que estabamos alli. Que nos dije -ran cuando cambiaran de parecer sobre los problemas existentes; pero que entre tanto, nadie pretendiera acercarse a nosotros, porque teniamos las entradas vigiladas y no respondiamos de lo que pudiera ocur-rir. 4 5 A continuacion buscamos rincones para dormir.Pa samos verdadero frio en esta primera noche, porque no teniamos experiencia de lo que supone dormir en la mi na. Pero no hay titubeos sino decision unanime de a-guantar alli hasta que respondan a nuestras justas de cisiones. El sueño tarda en venir, pensando todos en lo que ira a sucedernos, en la represion salvaje de que es objeto el pueblo, con multas a cientos de tra bajadores de toda NAVARRA, con la retirada de carnets detenciones a mansalva, interrogatorios humillantes con la ocupacion militar de la capital, con los des-pidos a mas de 1.500 obreros, con el clima de terror y de impotencia ante sus armas, con la negativa de -tantos a volver de vacio a los puestos de trabajo... Y en fin, que nos cuesta dormir, pero sabemos -que esta larga y penosa lucha no se borra ya facil-mente de la mente del pueblo navarro, y que se van dando pasos de gigante en la toma de conciencia anti fascista de muchos, de cada vez mas gente del pueblo. dia segundo Dormimos muy poco, y muy temprano comenzamos a juntarnos en el "hogar" organizamos diversos grupos-de acondicionamiento. Un grupo de "carpinteros" para imrpovisar mesas y banquetas; otro para preparar lu-gares de reposo, a base de sacos de serrin y carto -nes de cajas de dinamita. Despues, algunos echaban -sus partidas de mus. A la hora de la comida, decidimos ir racionando lo mas posible la despensa, para hacer estirar lo po co que hemos logrado introducir, y que nos dure doce dias como minimo. En este sentido, los primeros dias fueron los mas dificiles y se puede decir que pasa - mos hambre desde el primer momento. Pero el ambiente que se crea desde el principio es magnifico. Hacen su aparicion publicaciones, que estan guardadas en la mi na, como "EN LUCHA" y libros de "ESTADO PROLETARIO" como "FUNDAMENTOS DEL LENINISMO", "CITAS DEL PRESI -DENTE MAO". Conforme avancen los dias apenas podre -mos leer, porque los ojos nos escuecen y la vista se nos cansa demasiado pronto. Pero reina el buen humor y despues de las asambleas cantamos canciones popula res, algunas ellas revolucionarias, y ensayamos la IN TERNACIONAL. La cancion de todos los obreros del mun do: "Arriba parias de la tierra en pie famelica legion atruene la razon en marcha es el fin de la opresion". Todas las iniciativas pasan a ser discutidas en la asamblea y de la asamblea parten todas las discu-siones. Es maravilloso en estas reuniones el senti -miento de estar unidos. Comentamos con alegria que al fin podemos decir tranquilamente lo que pensamos ca-da uno, sin miedo a policias o chivatos, sin tener que pedir permiso a nadie para reunirnos y expresar-nos. Aunque a muchos cientos de metros bajo tierra , es delicioso esto de sentirnos formando un "pais li-bre", en el que todo es de todos y vamos juntos ha-cía la misma meta. !Que ratos tan inolvidables! Pero no todo es Jauja. Comienzan desde arriba a incordiarnos con sus tretas sicologicas: apagan y en cienden las luces del plano, hacen sonar un claxon -!si seran infantiles!, y enseguida nos cortaran el u nico telefono que aun funciona. Pero todolo supera -mos con facilidad. No van a amedrentarnos con juegue citos de luces de "boite" barata, porque nuestro en- 6 7 cierro es fruto de una larga situacion que ha ido cre andose a medida que avanzaba la huelga. Esta huelga de dureza sin igual ha ido templando los ánimos, ha cur-tido a muchos obreros en lucha contra las maniobras de la dirección, quien en todo momento estaba ayudada por el aparato represivo fascista para romper nuestra lu-cha. Nuestra moral esta muy alta porque hemos ido acu mulando a lo largo de estos dias en huelga,todo el es piritu combativo necesario para culminar en el encie-rro. No nos iban a asustar con sus juegos de luz y so nido, a unos hombres que estaban desafiando orgullosa mente a todos los satélites de la gran empresa, desde los sindicatos hasta el Consejo de Ministros, y a to-da la rabia babosa del Estado fascista, del que se va len los grandes capitalistas para mantener su rapiña-a costa de quien sea y de lo que sea. Estamos aqui in comunicados, pero sentimos el corazón y el apoyo soli dario de toda NAVARRA y no dudamos en poner en peli -gro nuestra propia salud, porque este gesto ha llega-do a convertirse en el simbolo de la batalla del pue-blo contra el fascismo. En este segundo dia organizamos dos expediciones ha UNDIANO, para ver si hay posibilidad de tener no-ticias del exterior. Pero en la boca la vigilancia es estrechísima, y en cuanto nos han visto asomar las na rices se han lanzado hasta nosotros con las metralle-tas y dando aullidos salvajes. Comprobamos que sera im posible recibir ayuda y menos aun comida. Y esta es la idea que se nos grava bien firme a todos: !hay que a-guantar al máximo, todo lo que podamos. Y aguantare -mos. Va a sar duro, paro aguantaremos! dia tercero Nos vamos haciendo poco a poco a la idea de es - tarnos aqui. Y aunque pasamos hambre, esta acomoda - cion nos hace mas llevadera hoy la estancia. Ayer nos pegamos la gran paliza yendo a UNDANO, y en vista de esto, acordamos no ir mas pues no vamos a conseguir nada postivo. Tampoco vamos a llamar por telefono a la empresa; que nos llamen ellos cuando tengan algo que comunicarnos, y lo discutiremos en la asamblea. Hoy tenemos sin embargo una "excursión" hasta GUENDU LAIN en un trenecito interior y hacemos funcionar un rato la ventilación de la mina. Se van formando corros en los que el plato fuer-te de la conversación son los problemas que tenemos en la empresa. Desmenuzamos todo al máximo y vemos la necesidad de luchar por todo ello. Contemplamos la si tuacion de la clase obrera en general y todo el pano rama político. Es de una sensación reconfortante es-to de poder hablar sencillamente de todo, sin que na die nos lo impida. Nos parece estar en otro mundo. Y es que lo estamos. Nos han cortado el telefono y aho ra el aislamiento si que es completo. Pero aunque se guimos sin noticias exteriores, a penas nos preocupa la situación, y nos reafirmamos en aguantar firmes y nos crecemos con las dificultades. El domingo seran-ya cinco los dias de encierro, y esperamos que para entonces el bloqueo se rompa y las cosas se solucio-nen. !Que esperanzas!. dia cuarto A las cuatro de la madrugada, los que están de guardia nos despiertan con nerviosismo, con la noti-cia de que ha entrado un compañero. Emoción en todas las caras. Y mas emoción cuando nos va contando que en el poblado ha habido un tiroteo cuando han ido los compañeros a apedrear las oficinas; que en la ciudad 8 9 hay manifestaciones diarias en diversos puntos; que nuestro encierro esta sirviendo de acicate para mu-chos; que nuestra firme decisión ha obligado a la -prensa a no ocultar los problemas graves del pueblo mientras llenan sus hojas de tonterías y de proble-mas ficticios; que han publicado por fin lo que ga-namos y otras cosas mas, después que sistematicamen te la prensa burguesa se habia negado a publicar lo nuestro y si todo lo que la empresa quería y setia. Acabamos dando vivas a las COMISIONES OBRERAS, y to do esto nos hace subir la moral y tener mayor con -fianza y esperanza en nuestra lucha. La entrada del compañero parece que ha sido muy hábil y espectacular. Mientras otros compañeros dis traian la atención de la Guardia Civil con gritos y lanzamiento de piedras, el se ha arrastrado hasta la boca se ha caido en sus mismas espaldas y ha perdi-do la linterna. Por eso ha tenido que bajar los 600 metros de la rampa completamente a oscuras, y ha tar dado una hora en llegar hasta nosotros. Lo vemos -completamente agotado, agarrotado muscu1armente y con una especie de crisis de nervios. Después, todos a dormir, con la grata impresi-ón de saber que nuestra acción comienza a dar los re sultados que deseábamos. Mas tarde tenemos una lar-ga asamblea para analizar nuestro encierro, y nos ex tendemos en consideraciones sobre la problemática ac tual de la clase trabajadora, sobre la diferencia en tre lo que empresarios y monopolistas y los peque -ños empresarios. Va apareciendo muy clara la idea de que quieren dar un escarmiento ejemplar en NAVARRA, empezando por POTASAS (su mayor empresa) pero que -les va a costar muy caro. Después un grupo mas redu cido sigue charlando sobre esto mismo con mas pro -fundidad, estudiando las organizaciones que tiene - hoy la clase obrera, sobre las COMISIONES OBRERAS, los partidos revolucionarios, la ncesidad de cons-truir un FRENTE COMÚN de todo el pueblo, un FRENTE DEMOCRÁTICO Y POPULAR que haga posible conquistar-la verdadera libertad para el pueblo, no la que nos ofrece la ASAMBLEA DEMOCRÁTICA DE NAVARRA, ni la JUNTA DEMOCRÁTICA, al garantizar los bancos a los banqueros, las tierras a los terratenientes, las em presas monopolistas a sus accionistas, y para sal-vaguardar todo, su ejercito, su policia, sus tribu nales. !Que clase de libertad sera esa! Asi habla-ba un compañero; "EL FRENTE DEMOCRÁTICO POPULAR AL VENCER COM-PLETAMENTE AL FASCISMO, ES DECIR DESTRUYENDO SU ESTADO FASCISTA Y QUITÁNDOLE SUS MILLONES, SUS FABRICAS, SUS TIERRAS, CONSTRUYENDO LA DE MOCRACIA POPULAR EN ESPANA, GARANTIZARA LA LI BERTAD PARA EL PUEBLO Y MANTENDRÁ A RAYA A -LOS GRANDES INDUSTRIALES, A LOS YANQUIS..." Completamos el cuarto dia, y ya hemos rebasa-do el tiempo que duro el encierro anterior. Segui-mos esperando, quiza con el estomago mas lánguido y con los primeros síntomas de decaimiento muscular y de cansancio. La falta de alimentos empieza a res-tarnos fuerzas... día quinto Se acumulan los dias y continuamos sin noti — cias. Acordamos enviar a cinco hasta UNDIANO, para ver si hay posibilidad de comunicarse con el exte-rior, ya que lo de recibir comida lo damos por des cartado. Acordamos también algunos mecanismos de funcionamiento interno, por ejemplo la mejora de las 10 11 guardias, dando a cada uno de los vigilantes una ración extra de dos cigarrillos mas. confianza, porque aquí no hay chivatos ni policías, ni es delito hablar libremente. El menú (a la carta) de este dia ha sido asi: a las diez de la mañana para desayunar, dos galletas y una porción de quesito. A las tres de la tarde, media lata de alubias sin condimentar y una naranja. Y para la cena a las 9,30 de la noche dos galletas- y un vaso de agua con leche condensada. Con esta ración estamos- pasando verdadera y real hambre. Nos vienen constantes pensamien tos sobre comida, pensamientos que procuramos desechar. Despues- de la cena, y para adelantar la fiesta de mañana, los de la coci na nos leen el menú de la comilona que nos preparan paramañana do mingo, a saber: desayuno: dos galletas, mermelada, chocolate ( a pastilla por barba). Comida: espárragos (dos), garbanzos (media lata), melocotón en almibar (una ronda) y pan tostado (una por- ción). Cena: dos galletas, una pastilla de chocolate, el sorbo de leche condensada, dos orejones y coñac ("un sorbieo"). Después de tan agradable notición, se forma un grupo numero so en el que se habla del imperialismo, contando unos lo que han leido sobre el VIETNAM, sobre AFRICA y LATINOAMERICA; hablando o tros de ESPANA, del poder de los yanquis en la economía, en la cul tura (con la Ley de Educación) en lo militar con sus bases nucle ares y ahora con los reactores atómicos que quieren en toda ESPA NA y uno en la Ribera, en TUDELA, para abastecernos de energia - hasta que les de la gana, pues aqui no podemos enriquecer el ura nio. Nos anima el pensar que un pueblo tan pequeño como VIETNAM, que ha tenido que perforar todo el subsuelo para protegerse de las bombas, cohetes, napalm..., algo asi como nosotros, ha podi-do vencer a un monstruo como AMERICA con su técnica, con sus su-perbombardeos, con su enorme flota. Esto nos reafirma la necesidad de organizamos sólidamente, todo el pueblo hasta conseguir echar a los yanquis de ESPANA. Estos temas despiertan enorme interés y se crea un clima de dia sexto Hoy es doce de Enero, domingo, el primer domin_ go que vamos a pasar en la mina. Empieza esto a ha-cérsenos duro. Aparecen los primeros brotes de ner-viosismo natural, surje alguna discusión pero sin -mayor importancia. Hay cierta crispacion cuando apa rece a medio plano una luz que baja. Son momentos de expectación, pero al fin no pasa nada y la luz sube y desaparece. Incomunicados totalmente. Inquietud que aumenta... En la asamblea se refleja esta situación de -cierta tensión por la que estamos atravesando. Que-dan en claro que ellos van a emplear todas sus tre-tas para ponernos sobre ascuas. Algunos intervienen hablando en el sentido de que ahora mas que nunca de bemos reafirnos en la idea que trajimos al encerrar nos, y que una mala contestación de un compañero por ejemplo, es fruto lógico de los nervios y hay que sa ber esperar, confiar, tranquilizarse y apoyarse mu-tuamente. "ESTO VA A SER DURO, -explica uno-, Y VAMOS A VER POR DONDE REVIENTA. PERO O REVIENTA POR ALGUN SI_ TIO 0 REVENTAMOS NOSOTROS. PIENSO QUE HAY QUE SEGUIR NO PODEMOS PERMITIR QUE NOS VUELVAN A PISOTEAR. VA-MOS A DESMOSTRARLES QUE NO NOS DESANIMAN TAN FÁCIL-MENTE, COMPANEROS, !VIVA LA CLASE OBRERA! !VIVA NU-ESTRAS COMISIONES OBRERAS!". Miradas de emoción intima. Silencio conmovedor Rostros sucios, con barba muy crecida, ojeras, sín-tomas de cansancio y agotamiento fisicos...pero ros 12 tros de hombres decididos. Hay que seguir. Ya ni si-quiera el sorbico de coñac nos hace recobrar la ani-mación de los primeros dias, pero existe otra clase-de animación mas profunda. Si, hay que seguir. día séptimo Nos hemos tranquilizado bastante. Los civiles -desde la boca nos silban y lanzan gritos hacia abajo pero no les hacemos ni caso. En la asamblea del mediodia tomamos algunos da-tos de los que estamos aqui. Estamos 29 casados. El promedio de edad entre todos es de unos 30 años. El mas joven es un muchacho de 19, todavia imberbe. Y el mayor, un veterano de las minas de PUERTOLLANO, con sus 48 años a cuestas. Aunque la mayoria la constitu yen los navarros, hay también andaluces, manchegos,-asturianos, leoneses, guipuzkoanos, etc. Hay vetera-nos de otras minas con mas de 20 años en este duro o ficio . Y en esta empresa llevamos un promedio de 6 a 8 años. 13 largas y penosas que la nuestra. Nosotros llevamos 6 días y ya nos hace mella; mientras que ellos, dece -nas de dias, según hemos leido en la prensa obrera y clandestina... Subimos a rastras por la rampa del plano para -ver, si captamos alguna conversación de la Guardia Ci vil ; pero-es muy pequeño nuestro botin de noticias. Únicamente comentan que ya no nos ven aparecer en la boca, que tendremos que salir enseguida porque no nos dejan meter alimentos y que asi no podremos aguantar mucho mas. que harán ahi abajo? se preguntan una y o_ tra vez. Llega una voz que parece ser la de un jefe-y qu# dice: - Que, no salen... no suben siquiera a hablar... no dicen nada?. Silencio por todas partes. día octavo Este tipo de ejercicios nos sirve de entreteni-miesto y de olvido; pero cuando cada uno queda solo-nos asaltan fuertes recuerdos: que pasara arriba, si se acordaran de nosotros, que sucederá en nuestras fa milias, que dirá la mujer, los hijos. Y que nos haran al salir, si seremos derrotados una vez mas, hasta -cuando podremos aguantar asi... la incertidumbre es lo mas acongojante. Pero, no quedamos en que hay que continuar cueste lo que cueste?. Impresiona ver y oir en los corros las conversaciones en las que sale re lucir los sufrimientos de otros, por ejemplo de los-presos politicos, de su dureza y su temple, de su a-guante en las huelgas de hambre que hacen, mucho mas En la asamblea de hoy acordamos reducir la ra -cion de comida para que tengamos por lo menos has ta el domingo. Esto no lleva traza de solucionarse y ha bra que guardar algo para ir engañando al estomago . Sale luego el tema de las elecciones sindicales Son 2 horas de conversación, de lo mas tranquilo y en tretenido. Vemos la necesidad de acudir a las eleccio nes en nuestra empresa, analizamos el papel del Sin-dicato Vertical en un Estado fascista y pensamos que la garantía para conseguir mejoras, para reducir la jornada, para modificar las leyes solo» puede estar -en unas cada vez mas numerosas COMISIONES OBRERAS,es tables, unitarias y clandestinas. 14 La participación en las elecciones, en los pues-tos de jurado siempre estara condicionada, sera coyun tural, pues no es niguna garantia continua. Los obre-ros no podemos confiar en un instrumento fascista, so lo podemos confiar en nuestras organizaciones, en nues tra unidad, en nuestra fuerza..., concluimos que seria muy positivo unir las fuerzas a nivel nacional para -lanzar un ataque frontal con verdadero contenido de lu cha política, para destruirlo, citamos las fuerzas que no apoyarian esto... en fin, ha sido una asamblea muy interesante. Se nos pasan las 2 horas sin apenas dar-nos cuenta. En la asamblea de la noche surjen los primeros co mentarios sobre los perjuicios para la salud deriva -dos de esta situación de desnutrición. Nos asaltan du das y volvemos a recordar a los presos políticos y sus fantásticas huelgas de hambre total. Y si ellos aguan tan tanto, nosotros también podremos aguantar mas. Lo de siempre: !Hay que seguir!. 15 Empezamos a estudiar la forma de recoger agua y de almacenarla. Subimos al plano en el que hay unas -grietas por donde se filtra el agua de lluvia. Vamos recogiendo cuidadosamente en las cantimploras y en u-nos bidenes de aceite relativamente limpios. Entonces se habla de la manera de romper el blo queo, de las posibilidades de que alguno se escabulla Pero no vemos el modo de romper el cerco de la policía que esta en la misma raya de la boca. Nos acongoja el pensar que quiza en el exterior se ha creado una si-tuación de rutina y monotonía respecto a nuestro encie rro pues como hay tantas fabricas en huelga, la nues-tra es en definitiva una mas...! Que lejos estabam os de suponer la gigantesca movilización que en ese momen to se estaba dando en la superficie; los miles y mi-les de trabajadores que venían en nuestro apoyo, desa fiando a las balas, los porrazos y los gases lacrimo-genos. Ah! Si hubiéramos sabido esto, que animo tan -distinto sería el nuestro! día noveno !Amargo descubrimiento en este dia 15 de enero ! Ya no tenemos agua para beber. El que ha ido a ver el deposito, no quiere decirnos porque ya no podremos be ber de alli, pero ante la insistencia de nuestras pre guntas, nos suelta la bomba: -Hemos estado bebiendo agua contaminada, en el -fondo del deposito hay una rata muerta. A tocios nos recorre una sensación nauseabunda de vomito. Saltan los comentarios sobre el particular pe ro se cortan rápida y radicalmente, porque a algunos-la noticia les ha afectado seriamente. Aparecen las primeras descomposiciones en varios compañeros, los síntomas de enfermedad en otros, los casos de fuerte gripe, y todo ello agudizado por el frio y la falta de calorías en el cuerpo. Por eso, acorda-mos llamar a un medico. Pero nos lo niegan. Nos contes tan que si hay algún enfermo, lo subamos y santas pas cuas. Hay uno con mucha fiebre y le aconsejamos que -salga. Como no tenemos fuerzas para subirlo, bajan un carreton de arrastre y lo empujamos. Antes de llegar-arriba, paramos y a cien metros nos despedimos. Pero-aguardamos quietos un rato para ver si dicen algo. Oi mos a un jefe que nos dice que salgamos, que ya es ta bien, que lo mismo vamos a conseguir estando arriba -que abajo y que vamos a perder la salud. Preguntamos por el compañero que sale y nos dice 16 que tiene fiebre y que para mayor seguridad lo van a llevar al hospital para observación. Luego nos ente-raríamos que lo retuvieron alli mismo durante una ho ra y media de interrogatorio, o sea, de observacion-clinico policiaca. De nuevo nos exhorta a que salga-mos. Se le responde que saldremos cuando contesten a nuestras peticiones, y que en vez de estarse allí, lo que debe hacer es buscar a los responsables de la si tuacion. Después, damos media vuelta y volvemos abajo. Y entre todos incidentes se nos ha pasado la tarde bas tante rápida y entretenida. día décimo Es ya agobiante la situación de incertidumbre en que estamos. Que va a pasar, que habrán hecho con el enfermo, etc.?. La verdad es que todos estamos bastan te mal. Empiezan los casos de dormirse los miembros-del cuerpo. A uno se le duerme el brazo y le duele,a otros les viene un fuerte dolor en los hombros y a o tros les pasa lo mismo con los dedos de las manos.Que es esto, tendrá que ver algo con lo de la rata muerta habremos cogido alguna epidemia o alguna enfermedad-grave si no le ponemos remedio, que hacemos, compañe ros, seguir...?. Negros pensamientos, silencio en to dos los rincones, todos estamos como apagados, algu-nos inician una partida de naipes para no pensar.... De repente, los que están de guardia en el pla-no bajan diciendo que vienen dos luces. Reaccionamos nos aproximamos a la rampa. Hay emoción y nerviosismo Les echamos el alto y se detienen las luces. Sube un grupo a ver y nos comunican que se trata de un jura-do de empresa dimitido y de un medico. Hacemos un ra 17 pido coloquio entre nosotros y decidimos dejarlos pa_ sar. Y reunión de la asamblea en el "hogar". Nos informan de como están arriba las cosas, y particularmente la actitud del medico nos produce u-na honda impresión. Esta completamente asustado cuan do nos dice que nadie sabe que va a pasar, que la gen_ te se esta enfrentando a las metralletas en busca de las entradas de las minas, que se corren rumores de todo tipo, que se masca algo terrible. A la vista de semejante actitud, le preguntamos si viene a sacarnos. Nos confiesa abrumado, que el, personalmente, viene a decirnos que salgamos. Se le ve muy descontrolado, asustadísimo. Y esto, en medio de la situación que nostros estamos atravesando, nos produce una reacción fortisima. Son momentos de ten-sión enorme. ! Que va a pasar aqui! Por fin se le -pregunta que hay de nuestras peticiones, y cuando res ponde que sin novedad, señora baronesa, un compañero se levanta y dice: "ESTAMOS FATIGADOS, SUCIOS, HAMBRIENTOS. PERO AQUÍ NOS METIMOS POR ALGO, Y ESE ALGO NO SE SOLUCIO-NA SINO QUE SE AGRAVA MAS. SIGUE EFECTIVA LA SANCIÓN DE DOS MESES EN NUESTRA EMPRESA , Y EN OTRAS EMPRE-SAS HAY MAS DE 1.500 DESPEDIDOS. PUES BIEN DIGA LES ARRIBA QUE AQUÍ ESTAMOS DISPUESTOS A SALIR CON LOS PIES POR DELANTE; Y QUE SI ESTO NO CAMBIA, POR LO ME NOS EN LO REFERENTE A MI, VAN A TENER QUE VENIR A SA CARME. YO TODAVÍA NO ME RINDO". Le hacemos salir al medico y nos ponemos a deci dir que hacer. En medio de una fuerte tensión emocio nal y con los semblantes endurecidos, decidimos resis_ tir y quedarnos. Hay un compañero que lleva unos días sin apenas hablar y que parece enfermo. Le decimos - 18 que si no esta bien, ahora tiene oportunidad de salir con el medico. Nos confiesa que llevaba tratamiento me-dico y que se habia dejado las medicinas en casa. An-te esta muestra de valentía, le decimos que suba sin-mas. Es padre de tres hijos. CIRIACO. Y todavia tenemos arrestos para decirle al medi-co que no queremos que nos haga reconocimiento; para-no desmoralizarnos, naturalmente. Y que respecto a lo que dice la prensa burguesa de que estamos dejando que la mina se hunda, les proponemos que baje un ingenie-ro para reconocer los tajos. Después dé tres horas,!Y que tres horas!, se mar chan, dejándonos un poco desconcertados, con una mez-cla de emoción y miedo, decisión y angustia, principal mente por nuestras familias y compañeros. Esta noche no va dormir nadie. día undécimo Se nota la preocupación por lo de ayer ; y ense-guida se comienza a hablar de lo mismo, pero ya con mas serenidad. Hay una nueva reafirmacion y decision-de quedarnos. Pero la tensión de la vispera ha repercu tido en nuestro organismo y notamos sensiblemente la debilidad. No damos ya paseos, para ahorrar fuerzas ; el nerviosismo aumenta y se nota en las asambleas, en las formas de hablar y se discute por cualquier cosa Pero al final se impone siempre la serenidad y se sub raya la esperanza de que esto esta sirviendo para al-go: el pueblo se va dando cuenta de quienes son sus e nemigos, y se organiza con mas fuerza para luchar con_ tra ellos... Ciertamente estas asambleas se nos van ha ciendo mas y mas necesarias, porque hablando entre no sotros nos damos ánimos y confianza mutua. 19 Haciendo un esfuerzo, un grupo de voluntarios va hasta UNDIANO para tratar de conseguir algún tipo de comunicación. Después de cuatro horas, vuelven de-sencajados. Con las caras mas serias del mundo nos di cen: ! Humo ! Nos están metiendo humo por la boca de UNDIANO. Otra nueva canallada que añadir. Enseguida -nos reunimos en asamblea. Que hacemos ahora? Es que van a hacer fuego en la mina para achacarnos a noso -tros y entonces todo este calvario no va a servir de nada... o nos querrán sacar como a ratas por medio del humo?. Muchos interrogantes y un nuevo factor de ner-viosismo. Pero de nuevo vuelve la decisión y el arro-jo, y la situación queda vencida. Decidimos no avisar nada arriba y que reviente esto por donde pueda. Por lo menos hasta el dia siguiente no haremos nada, de na_ da. Pero claro, la preocupación sigue latente, y mas cuando el humo va llegando al lugar donde dor mi-mos, y cuando pensamos que podemos quedarnos tiesos co mo pajaritos. Por eso, un grupo va a GUENDULAIN, a u-nos cuatro kilómetros, para darle a la ventilación. Cuando vuelven, avisan que una galeria se esta inun -dando por averia de una bomba. Se reúne la asamblea y se decide arreglar mañana la averia.Y asi se haria. Dormir?. No parece que haya forma de domír.Al menos son muchos los que suben a hacer la guardia al plano. día duodécimo A eso de las 9,30 de la mañana, dos luces des CÍenden por la rampa y se echa el alto. Se sube a ver quienes son y resultan ser un ingeniero de la policia minera y su ayudante , que vienen para inspeccionar 20 los tajos. Enseñan el salvoconducto que les ha dado e1 gobernador, el carnet de identidad. Se les hace esperar porque la gente se esta levantando y hay que avisarles. Cuando les hacemos señas, bajan y dos de los nuestros les acompañan a mirar los tajos. Duran te el recorrido reconocen que aquello esta en per -fectas condiciones. Les pedimos información y nos en teran que han parado los estudiantes, e incluso la-Universidad que nunca había parado. Parecen tener -miedo de que los retengamos, pero nos adelantamos a decirles que hemos dado una palabra y que no hay na da que temer por nuestra parte. Comentando todo esto en la asamblea, las postu ras se endurecen más. "! QUE BONITO!, -dice uno-, TODA SU PREOCUPACI ÓN LOS TAJOS, PERO PARA NOSOTROS, NI UN CHUSCO DE PAN DURO. LA PRÓXIMA VEZ NO DEJAMOS BAJAR NI A SAN PEDRO, A NO SER QUE VENGAN A DARNOS CONTESTACIÓN" . Y esta es la decisión general que se adopta. -Nos acude un sentimiento de rabia al pensar en este asunto. Nosotros aquí, sucios, pasando hambre, olien do a mugre, almacenando mierda como fieras acorrala das... y estos asesinos y ladrones, lo único que les quita el sueño si sus tajos están bien, ! es el col mo, vamos! Cada hora que pasa, la cosa se va haciendo mas dura, no creíamos que iba a ser tan dura. Aguanta -mos, no obstante. Pero ya hemos comunicado arriba,a los compañeros, que el máximo que podemos aguantar es el día martes, a las cuatro de la tarde. Y asi-racionamos lo poco que nos queda, para tener por lo menos una pastilla de chocolate hasta el ultimo día Todo se vuelve a hacer conjeturas sobre si ne- 21 gociarán o no, pues según los ingenieros, en los pe -riódicos venía algo sobre negociaciones. Nos aferra -mos a esa posibilidad. Luego sabríamos que todo había sido una farsa, para frenar el empuje de la lucha. Esta es la segunda noche de sábado que pasamos en la mina. Mañana domingo, sin ración extra, sino mas -bien todo lo contrario, por que el racionamiento se va haciendo más estrecho. La debilidad de las fuerzas hace que alguno pierda la confianza en que pueda ha-ber solución. Nos asaltan dudas de si no estaremos ha ciendo el tonto, el ridículo..., pero todos volvemos, finalmente, a reafirmarnos en nuestro propósito. Con-tinuamos. día decimotercero La situación empeora. Los casos de gripe se agra van. Hay varios que están bastante mal; dos tienen fie bre; otros dos, fuertes dolores de estómago... Por eso decidimos subir para pedir un médico. Nos responden -que la autoridad deniega la petición y que subamos sin mas, osea, la gaita de siempre. Cuando comunicamos es to a los enfermos, la reacción violenta es perfecta -mente comprensible. - "0 sea, que nosotros, todos amables dejándoles que bajen a ver sus tajos, pero ellos nos niegan a no sotros la misma salud. Si bajan otra vez, que se vayan a tomar por el... Tal situación se comenta por si sola. Y una muy agria amargura nos invade a todos, al ver lo clara y cruda que aparece ante nuestros ojos la situación real de los obreros en un estado fascista, de asesinos del pueblo y servidores fieles del gran capital: para e- 22 23 llos, seguridad y vida; para el pueblo trabajador ca lamidades sin cuento. día decimocuarto Es desolador el aspecto que presentamos. Los ros tros están demacrados de no comer y de apenas dormir la suciedad y el cansancio acumulados en tantos días de encierro en el pozo. Un grupo va a GUENDALAIN y el tren se les descarrila. Para ponerlo en las vías tar dan dos horas, pues a penas si pueden hacer esfuer-zos. Nos pasamos después hablando durante tres horas y al único tema al que volvemos una y otra vez es el de la comida, y el que comeremos cuando salgamos,etc Algunos van a los lugares en donde se toman bocadi -llos cuando se trabaja, y vienen con unos cuantos -chuscos de pan duro que tragamos muy agradecidos,co-mo si de rosquillas se tratara. Resulta un tanto dan tesco este gran almuerzo de mendrugos mugrientos. Pero las horas de encierro van tocando su fin y nos entra nostalgia de los ratos pasados aquí aba jo, muchos amargos; pero también algunos buenos, muy buenos, de auténtica camaradería, de tranquilidad y enorme riqueza en las conversaciones; sin censura ni miedo a chivatos o policías, sintiéndonos solidarios con la lucha de todo el pueblo de NAVARRA, de toda Es paña, con la de los presos políticos, con la de todos los obreros del mundo, con los pueblos de VIETNAM,MO ZAMBIQUE, ANGOLA,... Nos ponemos a jugar a las cartas pero nos abu -rrimos, no podemos concentrarnos, nos viene el inte-rrogante de que va a pasar a la salida y de si habrá gente amiga esperándonos arriba como en el encierro-anterior. Y otras mil preguntas, por ejemplo, si ha-brá negociación, si todo se vendrá abajo con nuestra salida..., en fin mañana saldremos de dudas. Esta noche cada uno piensa solo, nadie duerme. día decimoquinto y último Hoy todo son preparativos para salir. Avisamos-arriba, a los guardias, nuestra decisión. Hacemos lim pieza, sobreponiéndonos al cansancio. Celebramos la última asamblea del encierro. Ultimamos los detalle acordando no tomar ningún cigarrillo si nos ofrecen, los guardias o sus jefes. Ante todo, mantener la dig nidad. Salimos por que nos es imposible aguantar más, aunque nos nieguen las peticiones justas, pero la dig nidad la podemos mantener intacta y firme. Terminamos cantando el "No nos moverán", y algunas estrofas de la "internacional" antes de iniciar la marcha, en el embarque. Por fin nos ponemos en marcha hacia arriba, for mando todos un grupo compacto y en absoluto silencio ...Son las cuatro de la tarde del día decimcquin to de nuestro encierro, 21 de enero de 1975. Es impresionante el espectáculo a la salida:cien tos de "grises" y de guardiaciviles están allí mismo concentrados. Las oficinas de la empresa parecen una comisaria. Nos hacen pasar por varias dependencias , tomándonos los datos y retirándonos el carnet de i-dentidad. Luego nos montan en dos autobuses de la empresa 24 y nos llevan por carreteras distintas. Conforme nos vamos alejando del pozo vemos diversos grupos de gen te esparcidos por el campo y a la expectativa. !Estan sin duda a nuestro lado! La emoción nos embarga. Al pasar por los pueblos, la gente sale a las ventanas y nos saludan. !Este cariñoso saludo del pueblo nos re conforta de todos los sufrimientos pasados en la mi- na y hace que nuestros cuerpos reaccionen! En el acto sentimos como que estamos mejor, que estamos sencilla mente bien. Sonreimos y algunos lloran. Son momentos imborrables, que culminan una lucha imborrable. *******