TRABAJO HECHO POR EL CÍRCULO "LOS RAYOS" PARA EL ESQUEMA DE DISCUSIÓN DE LA ASAMBLEA. 1ª PARTE PLATAFORMAS. 1º FUNCIONES DE LAS PLATAFORMAS A) Avance de la militancia. A) Avance de la militancia B) Puerta para integrarse en el Movimiento Obrero. C) Ayuda en la lucha. 2º CARÁCTER DE LAS PLATAFORMAS. 1ª PARTE PLATAFORMAS Para partir de una base real por donde encaminar toda la discusión, nuestro círculo empezó por un análisis a fondo de la militancia de cada uno de sus componentes. Esto se realizó haciendo un estudio del proceso de lucha que había llevado cada uno de sus individuos, desde que sintió la necesidad de organizarse a nivel de empresa hasta que se coordinó con el Movimiento Obrero. Se estudiaron también las motivaciones y los objetivos, que le habían guiado en todo este proceso. Viendo todo esto empezamos a estudiar nuestro primer nivel de lucha coordinada que son las plataformas. 1º FUNCIONES DE LAS PLATAFORMAS Empezando por ver cómo nos encontramos hoy en nuestra lucha creemos que las Plataformas deben cumplir las funciones: A) Avance de la militancia. B) Puerta para integrarse en el Movimiento Obrero C) Ayuda en la lucha. C) Ayuda en la lucha. AVANCE DE LA MILTANCIA Partiendo de la situación de nuestra empresa, donde la gente que tiene un nivel primario de conciencia se organiza para luchar contra su explotador más inmediato, que es el Empresario, vemos como a medida que se desarrolla la lucha en este círculo más pequeño, se siente la necesidad de ponerse en contacto con otras empresas del mismo sector para intercambiar experiencias y desarrollar más a fondo esta lucha inicial. Desarrollar este segundo nivel de conciencia es función de la Plataforma y lo realiza a través de la crítica y de la discusión. A parte, según los problemas que se vayan planteando, serán necesarios cursillos de formación (aspecto ideológico) o desarrollar los métodos de lucha y de trabajo (aspecto activo). Crítica de la Plataforma Uno de los problemas con que nos encontramos en la Plataforma, es el diferente nivel de lucha que existe entre las diferentes Empresas, lo cual ocasiona a las que tienen un nivel más elevado se les dedique mayor tiempo en la discusión, mientras que las que lo tienen más bajo se les dedica menos tiempo y no se les ayuda realmente a construir la Comisión. - Poca exigencia en la militancia, consecuencia de no haber definido el carácter de la Plataforma, esto impedía ver con claridad el nivel de lucha que se debía exigir a cada militante. - El tipo de discusión y la forma no está adaptada a la gente nueva que viene a la Plataforma. Vista esta crítica se propone: - Un análisis más a fondo de las Empresas y de la lucha que llevan las comisiones en ella. - Una exigencia mucho mayor en la militancia. - Se intentará adaptar el nivel de discusión y la forma a toda la gente que está en la Plataforma. - Al mismo tiempo a la gente nueva que entre en la Plataforma se le preparará con cursillos de iniciación de diferentes tipos según las necesidades. Existen otro tipo de problemas más de fondo, a nivel de Movimiento Obrero como podrían ser: estrategia y tendencias del M.O., que debería estudiarse la forma de plantearlo para que realmente ayuden a la Plataforma. B) PUERTA DE INTEGRACIÓN EN EL MOVIMIENTO OBRERO Cuando se dan las primera luchas expontáneas en una Empresa, los obreros más conscientes, se dan cuenta rápidamente de que la lucha es la del “Ratón contra el tigre" y que la única forma de poder vencer a ese tigra es uniéndose todos contra él. Más tarde se dan cuenta de que esta lucha tiene que tener una línea más organizada surgiendo entonces la Comisión de Empresa, que se reúne periódicamente para dar un enfoque a esta lucha espontánea, con el tiempo el marco de la empresa va resultando cerrado pues a parte de darse cuenta de que ellos solos no pueden hacer nada, ven que en otras empresas de su sector pasa lo mismo y sienten la necesidad de relacionarse con ellas, es entonces cuando al militante va a la Plataforma, adquiere de esa forma un nivel de conciencia más amplio. La Plataforma al mismo tiempo en su proyección, se coordina con otras Plataformas y con otros grupos del Movimiento Obrero, lo cual hace que el militante amplíe sus perspectivas de lucha incluso a nivel de toda España. Relacionada con la coordinación e integración de la gente en el Movimiento Obrero está el problema de la prospección. ¿Cómo se desarrolla este trabajo de integración de los militantes en el M.O.?... A parte del trabajo que cada cual desarrolla en su Empresa, a nivel de Plataformas podrían crearse grupos que vayan por ejemplo a: - Sindicatos (normalmente en la sala de espera de Sindicatos encontramos a todo trabajador que tiene un follón del tipo que sea en su Empresa). - Centros Sociales. - Abogados. Los abogados de mayor confianza podrían pasarnos la información de las las empresas que ellos llevan y se encuentran en lucha. - Formación de Clubs. Todo esto podría ampliar las posibilidades de coordinación con otras empresas. C) AYUDA EN LA LUCHA Dado el nivel de lucha que hoy desarrollan las empresas y las posibilidades con que cuentan, podrían existir dos tipos de ayuda: - Uno más particular a nivel de cada Plataforma por medio de: * Una biblioteca. * Caja de resistencia. * Piquetes para la distribución de propaganda en las Empresas. - Como las Plataformas no se bastan a sí mismas, es necesario otro tipo de ayuda más general, común para todas ellas como: * Piquetes, para repartir octavillas y pegar a los esquiroles. * Un aparato. * Solidaridad, pueden existir unos comités que en un momento determinado de la lucha, tengan posibilidades de proporcionar la ayuda económica necesaria. 2º CARÁCTER DE LAS PLATAFORMAS En función de estos objetivos, quines son lo que deben agruparse en plataformas. 1º En principio la gente de Empresas, del mismo sector dedicadas a la producción. Con carácter excepcional se admitirá: a) A alguna empresa de otro sector, porque en el suyo no se haya formado todavía la plataforma. b) Las empresas de servicios, Banca, Sanidad... etc. se les admite con carácter excepcional hasta que formen su propia Plataforma y solamente hasta el punto de que la Plataforma que las admite no pierda su propio carácter más estricto de clase. Para ello las empresas de Servicios, tendrán "voz pero no voto" en las decisiones que comprometan la línea de lA Plataforma y en ningún momento tendrán la representatividad de esta. Se les exige, para que exista un cierto control y no llenen con el tiempo las plataformas: Que hagan un análisis serio de su situación y del enfoque de su lucha. Qué posibilidades tienen y qué esfuerzo dedican a la formación de su propia plataforma. Periódicamente se hará una revisión de cómo se desarrolla este esfuerzo. Un control más estricto de su militancia. Todo esto lo decimos en función de que las condiciones materiales de su trabajo y por lo tanto de su incidencia en el proceso productivo de unas características totalmente diferentes en su influencia en un cambio total de la sociedad actual. Al mismo tiempo que se considera que la importancia que creemos tienen las empresas dedicadas directamente al proceso productivo no es la misma que la de Servicios en el desarrollo Socio-Económico del País. 2º Qué papel deben jugar los técnicos, dentro de la discusión del carácter de las Plataformas. A los técnicos se les admite no organizados como tales, sinó formando parte de las comisiones de Empresa. Se tendrá un control más estricto de su militancia y se analizará en cada caso sus posibilidades de trabajo en la Empresa, relación con los proletarios, agitación, su ayuda en el proceso de formación de la comisión... etc. 2ª PARTE LOS CÍRCULOS Esta segunda parte como se inicia con un análisis del origen de desarrollo de los círculos, hemos creído oportuno realizarlo por separado, dado que en el círculo 2 militantes son de reciente incorporación, por lo que su análisis partirá de su experiencia vivida. 1º BREVE HISTORIA DE SU NACIMIENTO El contexto histórico del M.O. en el que nacieron los C., en Octubre de 1969, estaba caracterizado por: 1- La desarticulación organizativa de C.O. donde ni los partidarios de las Zonas ni los partidarios de los Ramos habían logrado montar nada que fuese aceptable para el resto de los trabajadores, organizados en C.O. 2- El grupo ¿Qué Hacer? que había agrupado a algunos trabajadores no organizados políticamente se había autodisuelto. 3- Existía una desconfianza total hacia los partidos políticos existentes y se empezaba a poner en duda los principios mismos del partido leninista. En una asamblea celebrada en Octubre de 1969, a la que asistieron unos 40 trabajadores, se analizaron las necesidades del M.O. en aquellos momentos y se llegó a las siguientes conclusiones: l- Fomentar las comisiones de empresa y su coordinación por sectores geográficos o por ramos de producción cuando se considerase válido (caso de Banca y Textil que venían funcionando así). 2- Crear unos cauces organizativos que permitiesen a los trabajadores que lo desearan, otro nivel superior de discusión y formación, sin tener que recurrir para ello a un partido político existente o a la formación de uno nuevo. Surgieron así los “C. de Formacón de Cuadros": a) Como respuesta a una necesidad: -La de profundizar teóricamente la práctica cotidiana, lo que aseguraba el carácter obrero de sus componentes, aunque de hecho se introdujo alguna gente con dudosas conexiones obreras. B) Como rechazo a unas formas organizativas existentes, los P.P. que se conocían en Barcelona. Lo cual no ponía en tela de juicio la necesidad de organización política del M.O. sino el tipo de organización leninista de esos partidos. El estudio histórico y el análisis crítico de ese tipo de organización política era uno de los objetivos considerados urgentes. C) Como defensa del maniobrerismo constante en el M.O. por parte de grupitos de intelectuales poseedores de una teoría elaborada fuera del M.O., a la que nosotros, por nuestra menos preparación intelectual -fruto del condicionamiento que todos conocemos- no teníamos capacidad crítica que oponer, quedando ideológicamente a su mecerd. D) Como exigencia universal del movimiento obrero de que deben ser los mismos trabajadores quienes dirijan su propia lucha, lo cual exige un esfuerzo de interpretación crítica de la Hª del M.O. así como una capacidad para comprender y utilizar en lo que aún se consideran válidas las aportaciones ideológicas de los teóricos que el M.O. ha tenido hasta la fecha. Todo esto supone la posesión de un método de análisis que nos sirva de instrumento en este esfuerzo de comprensión crítica. Organizativamente, los C. huían del dirigismo que se consideraba una de las lacras del C.O. y buscaban formas que permitieran la participación y la aportación de todos, sin imposición del clásico grupo de "listos" de procedencia burguesa o de obreros intelectualizados. Para ello la coordinadora de círculos estaba revestida de ningún poder decisorio, ni existía más vinculación que la de perseguir los objetivos antes anunciados, a través de un plan que se discutiese y elaborase conjuntamente en todos los C. 2º.- CRÍTICA DE SU DESARROLLO 1ª Constatación: necesidad para los trabajadores de adquirir un método de análisis. Al no admitirse en un bloque ninguna de las recetas existentes (leninismo, maoísmo, guevarismo, etc.) no nos impusimos la tarea de ir elaborando una nueva, para lo que nos sabíamos incapacitados, sino de irnos preparando -nosotros y el mayor número de trabajadores posibles-para ser capaces de ir elaborando la estrategia que conduzca a la clase obrera a su total liberación. Sabíamos que el único criterio que nos daría alguna seguridad de que cualquier intento nuevo de organizar a los trabajadores pudiese presentar posibilidades de éxito era el que naciese desde dentro mismo del M.O. Sólo los obreros, por el lugar que ocupan en las relaciones capitalistas de producción, somos los enemigos irreconciliables de la clase poseedora de los medios de producción. Rechazamos en consecuencia el principio leninista de que la conciencia de clase le viene al proletariado de fuera. El socialismo no es una construcción teórica elaborada fuera de la lucha de clases por algunos especialistas poseedores de la Conciencia. El Socialismo es el objetivo hacia el que tiende de manera necesaria toda la lucha proletaria consecuente. Lo que ocurre que este objetivo no es reconocido inmediatamente por los que llevan a cabo esta lucha. Ante la incapacidad del capitalismo de satisfacer las necesidades de los trabajadores, estos toman conciencia progresivamente de la necesidad de suprimir el capitalismo y de edificar la sociedad sobre nuevas bases. Los teóricos no han inventado pues el socialismo, sino que en virtud de su situación cultural privilegiada han formulado explícitamente los objetivos y las implicaciones de la lucha que se desarrollaba ante sus ojos., antes de que estos objetivos aparecieran claramente a sus protagonistas. La conciencia revolucionaria se elabora pues en la clase y fuera de ella, pero en la CLASE, es decir no solo en la empresa (aunque sí a partir de ella), ni tampoco de una manera inmediata y empírica, sino a medida que se van desarrollando las luchas sociales en un lugar y en una época determinadas. Es decir la comprensión del momento histórico actual y de las luchas actuales pasan por el conocimiento y la comprensión de todo el sentido de la historia de la clase obrera hasta ahora. Crítica: Esto no se ha llevado a cabo, por creer que la posesión de un método de análisis era previo para la comprensión del sentido de la historia. Así durante un año toda interpretación de la historia ha estado suspendida en función de la adquisición de ese método de análisis. En esta búsqueda cometimos varios errores sucesivos: 1) Creer que el método de análisis era algo "en sí", desligado de la teoría marxista, comprendida en toda su extensión. 2) Cuando al cabo de unos meses nos dimos cuenta de que el método de análisis es solo algo que se adquiere cuando se posee una cierta familiaridad con el marxismo y con los textos marxistas, nos pusimos febrilmente a leer textos marxistas, que resultaban incomprensibles para la mayoría de nosotros. 3) Finalmente se vio la necesidad de montar un cursillo de marxismo pero como una actividad "aparte" de los círculos. 4) Sigue sin verse, a pesar de la necesidad del cursillo de marxismo que el método de análisis también se adquiere empezando a analizar y para comprender el sentido de lo que estamos viviendo actualmente (descomposición del M.O., descalificación de los partidos políticos existentes) hay que empezar a analizar el sentido de la Hª del M.O. español e internacional, haciendo hincapié en la Hª del partido Bolchevique antes, durante y después de la Revolución Rusa. 2ª Constatación: El precio de nuestra independencia intelectual y orgánica: Al no admitir nada ya elaborado y acabado, al rechazar la ayuda de intelectuales profesionales, nos abrimos un vacío, que tendríamos que ir llenando por nosotros mismos. Pronto vimos que ese vacío era difícil de llenar, tanto más cuanto que debía ser llenado por todos, es decir, el que podía aportar más tenía que limitarse, para no despegarse del que podía comprender menos. Por otra parte no se establecieron criterios permanentes. ¿Quién podía hacerlo? Cualquier C. en un momento dado podía presentar un nuevo "plan" que la coordinadora tenía que someter a los C. para su estudio y aprobación. En un año ha habido 4 plantes, sin llevar a término ninguno. Poco a poco se empieza a notar en algunos el cansancio del autodidacta, la falta de coherencia ideológica que solo puede existir por adhesión a una línea ya hecha o por haber llegado todos a una, cosa que aún estamos lejos de lograr. Así, se han dado 3 bajas (2 al P.C. y una a los C. de los B.R.) Pero al mismo tiempo se da un cierto estado de espíritu entre aquellos que creen haber avanzado más y necesitan una mayor coherencia ideológica y organizativa. Veremos más adelante el problema de la "coherencia ideológica" pero queremos señalar aquí la contradicción existente en quines dicen no admitir una línea impuesta y se quejan al mismo tiempo de la incoherencia ideológica de un grupo de trabajadores que empiezan a andar por sí mismos -con muy escasos medios- por el largo camino del aprendizaje teórico, sin admitir dogmatismos. Hemos de ser conscientes que el precio a pagar por nuestra lucha contra el colonialismo ideológico es una larga, exigente y difícil búsqueda. Que nadie se dé por engañado. 3ª Constatación: Acumulación de vicios. Con la entrada de algunos militantes, se introdujo en C. una problemática a la que todavía no estaban en condiciones de responder, así como un verbalismo teórico que desconcertó la marcha de los C. Es de resaltar, sin embargo, que aportaron una mayor exigencia por el estudio teórico y por el carácter de clase de la composición social de los C. Su crítica en este sentido ha sido a menudo muy positiva. No obstante eran portadores de vicios burocráticos y teorizaciones sin poseer ellos mismo unas bases ideológicas sólidas. Aunque su origen de clase era cierto, sus conexiones actuales con el M.O. dejaban bastante que desear. También se creó un cierto sectarismo exagerado al creernos los únicos auténticos poseedores de la verdad dentro del M.O. La crítica a los partidos y grupos, y el haber elegido este camino, por parecernos el mejor, nos permite un cierto sectarismo, pero no nos permite olvidar que somos una minúscula parte del M.O. y que solos no vamos a ninguna parte. Esto plantea el problema de las alianzas, no discutido ni siquiera seriamente abordado. 4ª Constatación: Ineficiencia ante la acción: Estos vicios y la falta de coherencia ideológica venían a reflejarse en la organización. Esta estaba dominada por el principio: evitar a toda costa el dirigismo, para lo cual se necesitaba la participación de todos en todas las decisiones. Esto hubiera podido realizarse reuniéndonos en asamblea general, cada semana, cosa que impedía la clandestinidad. Entonces solo queda el recurso de las reuniones de representantes. Pero cuando a estas reuniones se les quita todo el carácter de representatividad para tomar decisiones, se establece un complicado sistema, en el que cualquier iniciativa o decisión tarda semanas en ser discutida y aprobada. Nada sirve si en su elaboración no participa todo el mundo. Aparte del tiempo que supone el que todo el mundo participe al no haber unos criterios ideológicos establecidos, el resultado de cualquier trabajo colectivo -si no es colectivamente discutido- será necesariamente incoherente. Además, ante la acción o las situaciones que exigían tomar decisiones rápidas, los C. no tenían capacidad de respuesta. Del miedo al dirigismo se cayó en un anarquismo ineficaz. En vez de preocuparnos de establecer un control sobre el órgano de coordinación con atribuciones, se suprimieron éstas. 5ª Constatación: El papel de lo C. Pero, ¿es que los C. como C. debían decidir acciones y tener una respuesta ideológica común? y entonces, ¿cuál era el papel de las plataformas? Algunos C. se hinchaban de atribuciones, suplantando el papel de las plataformas y casi -en algunos casos- el de las comisiones de empresas. Otros, en cambio, se encontraban prácticamente paralizados por miedo a incurrir en esta suplantación. Esto era consecuencia, por una parte, de la poca reflexión sobre el papel de las plataformas y por otra de los vicios introducidos por los partidarios de imponer rápidamente una ideología coherente y común, sin tener en cuenta el nivel real de la mayoría. Así los círculos muy preocupados en sus problemas propios, descuidaban el desarrollo de las plataformas, la creación de seminarios a distintos niveles, la prospección, la propaganda, etc. Plantear estos problemas era tachado por algunos de inmediatismo, olvidando que la teoría solo puede surgir de la práctica. Por otra parte, todos aquellos militantes que no poseían un frente de lucha concreto podrían encontrar en los C. una cierta distracción, entretenidos en una vaga discusión so pretexto de adquirir una formación. Nota: El difícil equilibrio teoría-acción. Estamos convencidos de que una de las armas principales para la lucha contra las concepciones burocráticas es la demostración de su incoherencia teórica. No hacer teoría es, objetivamente, dejar el terreno libre a esas concepciones. Los partidarios de la práctica, pura, virgen de teoría, se sienten a sí mismo, puesto que su concepción de la lucha es ya una teoría, primaria eso sí, de la revolución. 30 años de derrotas o de impotencia del M.O. han impedido todo desarrollo de la teoría revolucionaria de nuestro país. No es de extrañar que al despertarse la nueva fuerza obrera, haya tenido que pedir prestado la ideología a las corrientes existentes. Pero hoy, la mismo en España que en el extranjero el nuevo movimiento revolucionario que se dibuja está sediento de una puesta al día de la teoría, y no precisamente de una teoría impuesta sino reflexionada. Queremos lograr esto, nosotros, en España, en cuatro días. 3º- ANÁLISIS DE LOS NIVELES DE CONCIENCIA EN EL M.O.E. a) 5 niveles de conciencia. Creemos que el problema fundamental de los C. radica en la precisión de sus objetivos. Si los C. estableces claramente estos y las plataformas los suyos, será relativamente fácil adecuar el tipo necesario de organización a unos y a otros. Para ello debe volverse a plantear un análisis del M.O. en el momento actual. No partiremos del típico análisis histórico, de sobras hecho, sino de las necesidades objetivas de los trabajadores, de nuestras empresas, incluyéndonos nosotros según el nivel de conciencia. A partir de ahí, deduciremos qué necesidades deben satisfacer las plataformas, cuáles los círculos y de qué manera. -En primer lugar situaremos la masa obrera sin conciencia de clase, los que soportan todo, los que no se mueven, los que cuesta arrastrar. Es la cantera del M.O. todavía sin explotar. Es la inmensa mayoría de los trabajadores. - Luego viene la gente capaz de responder ante una injusticia concreta que los concierne más o menos directamente. Es la gente que provoca las acciones espontáneas a las que arrastra incluso a los trabajadores del primer grupo. Es difícil hablar aún, en la mayoría de los casos, de conciencia de clase, aunque desde luego es el germen que la contiene. -Esta suele aparece cuando se manifiestan deseos de agruparse entre sí diversos trabajadores, de manera permanente para resolver los problemas de la empresa. Es la comisión, comité o grupo de empresa. Es el 1er. grado de conciencia de clase, sólo a nivel de empresa. -El 2º nivel de conciencia de clase se manifiesta cuando el obrero organizado a nivel de empresa comprende la necesidad de relacionarse con otros grupos de trabajadores de las empresas vecinas. -Finalmente, a medida que la lucha avanza se comprende la necesidad de suprimir la verdadera causa de la explotación: el Estado capitalista. Se plantea entonces el problema de organizarse para transformar la sociedad. B) Necesidades correspondientes. A estos diferentes momentos des desarrollo de la conciencia de clase corresponden unas necesidades diferentes, que podemos resumir en tres: - Todo trabajador alienado en la sociedad capitalista, sin saber siquiera que lo está, necesita que se le desvele el sentimiento de clase, a partir de ejercitar la crítica sobre los mecanismo que rigen esta sociedad. Necesita recibir unos criterios que le permitan desmontar el engranaje de las contradicciones capitalistas. Necesita ver la conexión que existe entre la explotación que siente brutalmente en la empresa y la falta de escuelas, el servicio militar obligatorio, los programas de TV, la carestía de la vida, la servidumbre de la mujer, el fútbol, etc. etc. Desarrollar su capacidad crítica es la primera necesidad de la masa que acepta todo lo que le dan, como se lo dan. - Cuando se empieza a desvelar la conciencia de clase y aparece la necesidad de la lucha, se plantean dos cuestiones: ¿qué podemos hacer? y ¿cómo? Es decir, a este nivel la cuestión organizativa aparece en primer lugar, seguida de la cuestión ideológica. - Cuando se plantea ya la lucha contra el poder establecido, la cuestión ideológica adquiere una importancia decisiva, y la organización es secundaria, en función de aquella. a) Cabe preguntar ahora: ¿quién intenta responder a estas necesidades y de qué manera? - Al primer nivel se puede decir que nadie ha intentado incidir siquiera. La desproporción entre los medios usados por el capitalismo y los que pueden usarse clandestinamente es tan enorme, que nadie se atreve a tomarse la tarea en serio. La masificación, fenómeno creado y entretenido por el capitalismo, continúa siendo el principal problema que tiene planteado el M.O. Sin embargo, a pesar de la desproporción de medios de que hablábamos, las contradicciones económicas e ideológicas del capitalismo son tan flagrantes que es relativamente fácil el desenmascararlas. Con un poco de esfuerzo, una verdad evidente triunfa de la falsificación. No es pues tanto un problema de medios, como algunos pretender. Es sobre todo un problema de los grupos organizados -partidos u otros- que necesitan para subsistir una eficacia a corto plazo. Necesitan contar sus triunfos, y el trabajo de desmasificación es lento y no puede contabilizarse. No es rentable para los grupos que existen hoy por ahí. Sin embargo, si creemos que quien debe tomar el poder no es el cuerpo selecto (partido), sino la clase, tenemos ahí una necesidad vital a la que debemos dar una primera respuesta, en la medida de nuestras posibilidades. Una propaganda adaptada, el trabajo de base en las empresas, combinado con un auténtico trabajo en los barrios -muy descuidado también, pero fundamentales en este sentido- deben de ser preocupaciones que nos obsesionen día y noche. - Al segundo grupo de necesidades intentan responder las C.O. y aquellas organizaciones que se plantean un trabajo de base en la empresa. Ya vemos con qué resultado. El problema principal que caracteriza al mundo de trabajo, hoy, es la inseguridad. El mañana es incierto, y al trabajador no le atrae la aventura, por eso calcula los riesgos. Si el embrión organizativo que surja en la empresa, o a un nivel más amplio, le ofrece garantías de seriedad y una cierta seguridad, se sentirá atraído. (A título de ejemplo, no es por casualidad que, históricamente, todas las agrupaciones gremiales y sindicales han empezado creando una caja de seguridad o solidaridad.) Creemos, pues, que es necesario: - objetivos pocos, claros, concretos y alcanzables. - una organización sencilla, adaptada a estos objetivos. - una clarificación de ideas, que debe hacerse progresivamente, muy ligada al desarrollo de la lucha. Lo que vicia de entrada la actuación de los grupos políticos que intentan responder a estas necesidades es que lo hacen en función de sus intereses de partido; el querer colocar su mercancía antes de tiempo, estropea sus esfuerzos, aparte el hecho de que su línea sea más o menos correcta. ¿Dónde está el embrión de organización de masas que inspire seguridad y confianza? C.O. lo fue en un tiempo, pero al provocar abiertamente la represión, unido al juego de los partidos que la integraban, ha dado al traste con esta esperanza, por lo menos de momento. - Hemos visto que al tercer grupo de necesidades la cuestión ideológica es fundamental. También aquí podemos constatar que el esfuerzo de profundización necesario para encontrar el camino más adaptado a la situación española, es prácticamente nulo. Por una parte, hay las organizaciones tradicionales, con su incapacidad creativa, y por otra, los que han copiado al pie de la letra las novedades que van surgiendo en otros países (los trotskistas del JCR francés has sido calcados por los "carapalos"; los de Lotta Continua han intentado ser calcados por los BR, etc.). Pero organizativamente, el leninismo sigue estando a la orden del día, intocable y dogmáticamente aplicado. Mientras los trabajadores no seamos capaces de tomar parte activa en la elaboración ideológica, esta estará en manos de los ideólogos burgueses, con los resultados que estamos padeciendo. Las necesidades más urgentes, a este nivel de elaboración ideológica se limitan por el momento a facilitar el acceso metódico y serio del mayor número posible de trabajadores a la teoría marxista. También aquí las prisas son nocivas. Debe evitarse que quien se haya leído dos libritos de Mao y 4 folletos de Marx se crea con capacidad para ir pontificando. Cuanto más vayamos aprendiendo, más capaces seremos de ver todo lo que nos queda por aprender, antes de pretender avanzar soluciones definitivas o determinantes en este terreno. Un conocimiento de los principios fundamentales del marxismo, unido a la familiaridad de la historia del M.O. especialmente el español, nos parecen necesarios en todo intento serio de opción política o de elaboración propia. 4º OBJETIVOS DE LOS CÍRCULOS Y RELACIÓN CÍRCULOS-PLATAFORMAS Es evidente que ninguna de las necesidades del M.O. puede ser extraña a los C. El problema consiste en determinar de qué manera podemos o debemos responder a cada una de ellas. Las comisiones de empresa y las plataformas se limitan a un tipo de necesidades, como hemos visto. Pero están limitadas por el carácter mismo de la gente que las integra, que puede carecer de experiencia y madurez como para abordar cierto tipo de problemas. Círculos debe organizarse en principio, para facilitar elementos que sirvan para la clarificación de esos problemas. Pero no se trata de unos problemas parte, sino que están íntimamente inter-relacionados (aunque por cuestiones de método los hayamos dividido en tres grupos). El avance ideológico que la gente de C. puede ir haciendo repercutirá en su manera de actuar en la comisión de empresa y en la plataforma. Gráficamente podríamos verlo trazando una línea larga que tuviera como punto de partida la comisión de empresa, y como punto de llegada no definido, X, el de la creación de una organización con una ideología apta para conducir a los trabajadores a la toma del poder. Después, y cerca del punto inicial, están las plataformas. El largo camino que hay que recorrer entre éstas y el punto X puede ser andado individualmente o en grupo. Nosotros hemos decidido recorrerlo en grupo. Hemos de organizarnos para eso, sin perder nunca el contacto con el punto de partida, que es algo así como el almacén de víveres, que nos va alimentando en nuestra marcha hacia un mayor nivel organizativo e ideológico. El error que debemos evitar es el de cambiar un organización pasajera y cambiante en elago definitivo y estable. Ese sería creer, antes de hora, que hemos llegado al punto X. Otro error sería el perder de vista la necesidad de desarrollar las comisiones de empresa y las plataformas, en función de las cuales existen los C. Es evidente, además, que en la medida en que los C. obliguen a una mayor exigencia organizativa y teórica, requieren un mayor grado de militancia, actuarán como motor de aquellas. Lo cual no significa, en absoluto, un atentado al principio de independencia que debemos velar guarden unas y otras, mientras las decisiones se tomen libremente donde deba de hacerse en cada caso, sin formación de bloque compacto por nuestra parte. 6º. LA CUESTIÓN DE LA INCOHERENCIA IDEOLÓGICA Si nos organizamos en C. es en función de un avance y de una búsqueda colectiva. Es evidente que todo a lo largo de esta búsqueda -que no será corta- tendremos una cosa en común: la ausencia de un sistema ideológico que nos explique suficientemente todos los problemas que se vayan planteando en el M.O. Si Ios C. han surgido en función de las comisiones de empresa y de las plataformas, como creemos, la misión de los C. no será la de buscar una cohesión idológico-organizativa que sustituya la de aquellas, sino EL de ayudarles a encontrarlo. ¿Cómo? Facilitando los medios necesarios (teóricos y prácticos) que aquellas no están todavía en condición de darse, para que puedan lo más rápidamente posible responder a todas las necesidades del M.O. los C. son pues algo así como el impulso "extra" necesario en estos momentos, pero pasajero. Es decir, que los círculos han nacido para morir lo más rápidamente posible, y su muerte sería el signo del avance del M.O. Olvidar esto, querer hacer de los círculos algo "en sí", con personalidad propia, es trasladar nuestro centro de interés - que debe estar en las comisiones de empresa y plataformas- a un grupete extraño. La cohesión ideológico organizativa no debe darse en los círculos, no primero en los C., sino en las comisiones de empresa y en las plataformas. La misión de los círculo será la de acelerar el que esto sea así impulsando el proceso de reflexión y de discusión en aquellas. Pero ello no debe de dar pie a que las decisiones se den fuera de los organismos de base del M.O.: lo que sucedería si los C. en bloque tomaran decisiones que concernieran a estos. Si así fuera, los C., en vez de ser un organismo al servicio de las comisiones de empresa y de las plataformas, sería un organismo que sustituiría a las comisiones de empresa y a las plataformas. 7º. LA VINCULACIÓN Nuestra vinculación, es decir, el carácter de obligatoriedad de ciertas normas, debe tener como base los objetivos y el carácter de los C., como organismos "al servicio de" y no como organismos "sustituvivo de". Por eso, las normas obligatorias que creemos deben establecerse, se refieren a cuestiones que faciliten la tarea de los C. así como unas condiciones previas de "disposición". a) Si los C. tienen que "impulsar" -como hemos dicho-, la gente que esté en los C. deben de reunir unas condiciones especiales que le permita cumplir ese papel motor: -Condiciones especiales de militancia (estar dispuesto a orientar su vida en función de la lucha obrera), con perspectivas revolucionarias. -No tener prejuicios ideológicos (antimarxismo o religiosos (espiritualismo), que podrían actuar como freno. - No estar sometido a otra disciplina, es decir, no estar organizado políticamente en otro lado (doble militancia), pues el que ya ha encontrado no está en actitud de búsqueda. Por otra parte, habría todo un aspecto de la militancia que no estaría sometido a la revisión de círculos. -Trabajar en una empresa que ofrezca posibilidades de lucha. De lo contrario, deberá cambiar de empresa en el plazo más breve posible (puede haber excepciones muy controladas: próximas marcha al servicio militar, represaliado, etc.). -El problema de la clase social puede ser resuelto en la plataforma, en el sentido de que cualquier trabajador admitido en una plataforma debe de pertenecer a la clase asalariada (sigue faltando un estudio profundo sobre las clases y su posible incidencia en el proceso revolucionario). -Además de llevar a cabo una lucha en la empresa, hay que tener una plataforma o frente de luchas. Si no hay en su sector o ramo, deberá irse al más próximo, al tiempo que trabaja para la formación de uno propio. La plataforma de barrio parece aceptable, si se trata de un barrio obrero y se hace una labor de agitación y organización. b) Control de militancia. Debe ser total. El problema se plantea en saber qué cosas son de la competencia de la comisión de empresa, cuáles de la plataforma, cuáles del c. y cuáles del organismo coordinador de C., o incluso si hay algunas reservadas a la asamblea general de C. No se puede ver caso por caso, ni se puede dar una solución ideal. Hay que establecer unas normas que sean eficaces, en función de la práctica. Para ello creemos que todas aquellas cuestiones que competen a la comisión de empresa o a la plataforma, la militancia debe ser exigida por estas. En el c. se podrá revisar también esta militancia, pero en caso de litigio aquellas deben de tener preferencia. Para todo lo demás el C. es soberano para establecer su propio estilo. - La coordinadora no puede actuar como un tribunal de apelación por que no daría al abasto. Sin embargo, la coordinadora debería estar capacitada para elaborar un informe de los militantes "dudosos", es decir, de los que hayan incurrido en algunos de los casos del apartado anterior (a), para que los C. lo examinen y den su opinión. Lo mismo debe hacerse con cada nuevo candidato propuesto. c) Otras normas prácticas. - La coordinadora debe de darse los medios necesarios para llevar a buen término su cometido (caja, aparato, biblioteca, etc.). - Los representantes de cada C. en la coordinadora deben de ser gente de militancia y responsabilidades probada pero, reuniendo estas condiciones, cualquier miembro de los círculos tiene el mismo derecho que otro. Si se admite en los círculos a un intelectual, estudiante, cura, etc., no estarán como militantes de segunda o "vergonzosos", ineptos para las funciones de representación. Una vez dentro, todos tenemos los mismos derechos, aunque no tengamos las mismas cualidades. - Proponemos una reestructuración de los C. en función de los actuales frentes de lucha, así como una revisión de los casos que sean propuestos como dudosos. Pero una vez hecha la reestructuración que sea estable, por lo menos hasta la próxima asamblea. - La minoría disconforme debe tener derecho a expresar sus opiniones en cualquier papel o resolución que tome el C. como tal. - Creemos que es urgente la elaboración de un plan de formación que sea seguido por todos los C. Debería de ser elaborado por la coordinadora a la vista de la propuesta de todos los C. Debería abarcar un periodo corto (hasta el verano por ejemplo) y ser realista, en cuanto a las posibilidades de tiempo y de comprensión, y responder a las necesidades más urgentes que tenemos planteadas. Creemos que ese plan de formación debería basarse fundamentalmente en el cursillo de Marxismo que se está dando (se está policopiando) y en el cursillo del M.O.E. del que ya hay unos cuantos temas policopiados. 7. PERSONALIDAD DE LOS CÍRCULOS De todo lo que hemos venido exponiendo se deduce que los C. no deben de tener personalidad propia de cara al exterior. Eso significa que los C., como tales, no deben tomar decisiones, en bloque, sobre problemas que afecten al M.O. y que sean de la competencia de las plataformas o de las C. de E. (por ejemplo: elecciones sindicales, unidad, 3 de noviembre, prensa obrera, etc.). Por lo mismo, los C. no tienen que tener un órgano de difusión propio. Los papeles que se crean necesarios publicar deberán aparecer sin forma, y todo lo más diciendo que son para el uso interno de los C. Los contactos de miembros de C. con organizaciones políticas u otra asistencia a reuniones, charlas, etc., caen bajo la revisión crítica del C. o de la plataforma, o de la C.E., según los casos, quedando sometido el militante a lo que en el órgano competente se decida. Un C., como tal C., no puede tener contactos de ningún tipo. Si así fuera, deberían de presentarse como militantes sueltos. Los C. son un instrumento, hoy necesario, pero que un día ya no lo será. La forma y características de este instrumento sólo interesa a quienes lo utilizan. Octubre 1970